“Cada paritaria discute lo que puede discutir. Me parece que acá no es solamente la dimensión del salario sino también cuidar el empleo. Cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar empleo a cambio de salarios.”
Así de simple y suelto de cuerpo declaró Prat-Gay en relación a las próximas discusiones paritarias. ¡¡Gracioso el caballero!! Se ve que el microclima político-económico y de diagnóstico que se generaron en sus conciliábulos en algún piso 40 de Puerto Madero planificando sus gestiones, no sólo se lo tomaron en serio, sino que se lo creyeron, donde hasta probablemente lo hicieron acompañados de un video de la asunción de Macri.
No hay mucho más para comentar en lo puntualmente dicho por este tipo. Sus palabras se desgranan por sí solas, pero se hace necesario publicarlas y no dejarlas caer en saco roto. Es menester denunciar y “propagandizar” sus dichos pues tales afirmaciones encarnan los objetivos esenciales de los planes de los monopolios en esta etapa (como hasta el cansancio lo venimos advirtiendo): reducir la masa salarial, y “volvernos más competitivos”; es decir, producir en Argentina con una profundización de la súper explotación sin que a nadie se le mueva un pelo.
Pero Prat-Gay no juega solo ni es el único osado en sus declaraciones. La CGT Azopardo, a través de Juan Carlos Schmid, ya comenzó a hacer lobbies con la cuestión salarial para intentar, desde ahí, sumarse al engaño a los trabajadores revelando que el índice elaborado por esa central registró para el 2015 un incremento en los precios del 28%; y el muy caradura afirma: “y eso sin contabilizar la devaluación”. Por eso el piso del reclamo sería “por encima del 30%”. La misma cifra que se maneja en Economía.
El 50% que planteara Barrionuevo, tan sólo fue un exabrupto.
En suma, por un lado y por el otro, están intentando operar para “desilusionar” las aspiraciones de los trabajadores, y pretender dejar instaladas cifras como si fuera un candidato. Y allí todos los periodistas manejarán en todos los medios estas cifras dadas por hechos subestimando el reclamo de los trabajadores.
La cosa está clara. Ya empezaron con los condicionamientos a las pretensiones de los trabajadores en las próximas “discusiones salariales”, pues éstas, en realidad, ya empezaron con las conquistas que se dieron con los bonos de fin de año. He ahí la real música que ponen los trabajadores. Por ello, amenazar con despidos para meter el terror, a esta altura, es inviable. La bola de nieve de las aspiraciones de los trabajadores ya comenzó a rodar. Pretender frenarla se constituye en una ilusión de parte de la burguesía, donde sus peroratas de des indexar salarios (como habían insinuado días atrás) ya queda absolutamente borrada de la agenda, y el trillado Pacto Social del que hablan es una fábula que camina endeble solamente en el plano mediático y la súper estructura de la burguesía. Por abajo el lenguaje es otro.
Por ejemplo, el famoso protocolo de seguridad de este nuevo gobierno va en consonancia con estos planteos. Pero para afirmar que por abajo el lenguaje es otro, en CABA solamente en la última semana, por los cortes de luz, el pueblo les clavó más de 200 cortes de calles…y el protocolo, que tontudos…terminó como el cantito popular…