Desde todos los organismos financieros del mundo se ha impuesto la palabra “inclusión”. Algunos de los tantos y más comunes titulares informativos sobre el tema:
- La banca de desarrollo y la creación de productos para la inclusión ….. Banco Mundial
- Inclusión social: Evento especial de WikiStage y el Grupo Banco Mundial en Lima
- Banco Mundial financiará Proyecto de Inclusión Socioeconómica en Áreas Rurales de Argentina.
- Banco Mundial presta US$ 320 millones para fomentar inclusión social en Brasil
- F.M.I Lagarde, a favor del desarrollo sostenible con estabilidad e inclusión social
- Pedido del FMI a la región: crecimiento con inclusión
Estos son algunos ejemplos de una penetración ideológica con una palabra engañosa.
Estos mismos organismos les han impuesto estos vocablos a los gobiernos del planeta y como serviles carroñas de los monopolios no se detienen en la reproducción ideológica.
En estos días se conoció una estadística que a estas alturas de la concentración de la economía y centralización de capitales no sorprende. Sólo 62 individuos tienen la riqueza que más de la mitad de la población mundial. (según reveló la investigación «Economía para el 1 %» ‘An Economy for the 1 %’, en inglés de Oxfam.)..
¿A esto cómo lo llamamos?… ¿Inclusión?
Es muy curioso. La democracia burguesa agita la “inclusión”, es decir: “yo gobierno, te incluyo”. Hasta desde la concepción burguesa de la democracia es aberrante, se supone que si el pueblo elige a sus gobernantes el que incluye es el pueblo. Ni siquiera eso.
La clase dominante es soberbia: “nos incluye” dicen con total desparpajo anacrónicas instituciones financieras con sólo 62 ricos que mueven la economía capitalista del mundo.
Para los revolucionarios no se trata de “incluir o excluir”, en la lucha por el poder lo esencial es la permanente movilización del pueblo en las decisiones políticas.
El triunfo de la revolución está dado por este principio. Es en ese caminar que el actual enfrentamiento con la clase dominante está teniendo sus bases fundamentales en la democracia directa, es decir: no delego a mis representantes y si los tengo y no cumplen con el mandato, por mayoría simple los revoco.
La revolución social de la que hablamos nada tiene que ver la “inclusión”, construye su propio Estado, toma sus decisiones en forma directa, sin delegar a “representantes”, no se necesita ser “incluido”.
Estamos hablando de la construcción de un nuevo Estado basado en el poder del pueblo que no es más ni menos que la extensión de lo que nuestro pueblo viene realizando en la lucha por el poder.
¡A las instituciones de la burguesía no se les cree!
Mucho se está haciendo, sin embargo lo naciente tendrá que robustecerse y robustecerse es hoy multiplicar las organizaciones en todos los planos de reivindicaciones política-sociales- económicas que ejerzan como hasta ahora la tendencia de multiplicar la democracia directa, revolucionaria, nada emparentada con la democracia burguesa que “incluye” según su interés de clase.
Estamos hablando de extender la práctica revolucionaria de las masas, de ejercer el poder en donde se encuentre, constituirse en poder paralelo donde pueda e independiente de toda institución de la clase dominante.
No es intención de los revolucionarios ser “incluidos”, nada tenemos que ver con el populismo y el reformismo, no queremos más capitalismo, ni del “malo” ni del “bueno”.
En la barricada, en este lado de la vereda estamos quienes luchamos por una nueva sociedad, quienes trabajamos en la permanente movilización popular por reivindicaciones políticas y nos unimos con total independencia del Estado burgués y sus instituciones para conformar las organizaciones concebidas desde la democracia directa.
¡Políticos burgueses arrastrados y miserables de los mandatos de los entes financieros!:
Mientras ustedes reproducen la frase hipócrita “inclusión social”, los revolucionarios reproducimos la idea de que el pueblo está yendo por lo suyo. La esencia del sistema capitalista es Excluir con más explotación y más opresión.
A la señora del F.M.I. Lagarde que tanto alardea de la frase “inclusión social” y que tan bien ha caído a los gobiernos burgueses , le decimos que el “viento de frente” que viene para el poder de la oligarquía financiera no es precisamente la crisis China, la recesión en Brasil, la suba de tasas en EEUU, el viento de frente es el que viene de las entrañas de nuestros pueblos, de los excluidos por ustedes, de los que nuevamente han emprendido las nacientes políticas revolucionarias retomando las mejores tradiciones proletarias y populares de nuestro continente.