En la empresa Pirelli, hace tiempo que vienen sucediendo ataques a la clase obrera.
La patronal (junto con la burocracia sindical, liderada por Pedro Waseijko) se ha encargado de realizar todo tipo de práctica explotadora, y han impuesto una política que pasa por encima los derechos de los trabajadores.
Hace varios años, han firmado un acuerdo de trabajo continuo de 12 horas, obligando a los trabajadores a realizar horas extras en los francos, tratando de disciplinar y amedrentar a los obreros y a sus familias mediante constantes amenazas de despidos masivos, sanciones e “informes” seguido de suspensiones; y lo más serio y grave: desestimar y no considerar los certificados médicos emitidos por especialistas y médicos de consultorio.
Luego de constantes reclamos de los trabajadores por un cambio de sistema, que les permitiera pasar más tiempo con sus familias y realizar las actividades personales y sociales, luego de varios años de promesas y plebiscitos truchos “por SI o por NO” para el cambio, llegó “el gran día”: en diciembre de 2015 la empresa anunciaba “el cambio de sistema”…
A todo esto, los trabajadores se la venían venir y ya sabían que esto no sería gratis, ya que de una manera u otra, siempre perdían. Y así fue: otra vez impusieron el trabajo continuo, ya no eran 8 horas sino 8 horas y media. Esto implica permanecer en el puesto de trabajo hasta que llegue el relevo, y seguido a eso, la exigencia de hacer 4 horas extras…Ante la negativa de muchos compañeros, seguían las fuertes sanciones, que no hacen otra cosa que afectar al bolsillo del trabajador.
Pero la gota que rebalso el vaso fue cuando en la primera quincena de enero se anunciaba la quita del premio de producción, por no cumplir el objetivo de propuesto por ellos. Dicho objetivo no se cumplió por falta de personal capacitado, debido a que el cambio de sistema produjo un problema orgánico en cuanto a las cantidades de trabajadores que requería el viejo sistema de 4 x 3, respecto al nuevo de 6 x 2.
DE LA BRONCA A LA ACCION
Debido a la protesta por la quita del premio, de los trabajadores reunidos en asamblea, la patronal prometió darles una respuesta en lo inmediato a través del cuerpo de delegados. Lejos de ser así, los trabajadores se enteraron mediante un “volante informativo” emitido por el sindicato, que ya habían firmado un acuerdo por menos del 40% del premio…
La bronca corre como un reguero de pólvora y la voz de los obreros comienza ha hacerse escuchar: “Los trabajadores repudiamos la inacción del cuerpo de delegados y sostenemos firmemente la postura de que los problemas de la empresa no nos deben afectar a nuestro bolsillo, debido a que nosotros seguimos siendo exigidos y además produciendo de la misma manera”.
Una nueva etapa es la que se abre. Los trabajadores organizados de Pirelli, más unidos que nunca, se plantean avanzar con la lucha y mostrar la fortaleza de la clase.