Mientras todos los medios masivos de comunicación se “escandalizan” por los 13 millones de pobres reconocidos recientemente por el gobierno, y en un suspiro dan vuelta la página agitando los problemas de la inseguridad o temas como el paro de los “traidores” de la CGT que nunca llega, pero en el fondo de lo que se trata es de desvirtuar permanentemente para no hablar de lo que hay que hablar.
En este sentido, nos están instalando un nuevo debate donde el gobierno, supuestamente, daría un bono de fin de año acordado con la CGT, de una cifra miserable, para que no se les dispare una lucha de las masas trabajadoras que vienen exigiendo la reapertura de paritarias. Hay que hacer la salvedad que hace años los trabajadores disputan y conquistan tal bono de fin de año, que en verdad surgió de las luchas fabriles desde abajo hasta que se terminó instalando.
Mientras tanto, la pobreza cero de Macri, como promesa electoral, al igual que la derogación al impuesto al salario, hoy tratan de hacerlos aparecer “como un error de apreciación” cuando no es ni más ni menos que una burda mentira más de las campañas electorales. No solo nos tiran con la herencia del gobierno anterior como justificación para no admitir que esta es la resultante de 200 años de capitalismo.
Lo que sí esconden es lo que ganaron los bancos en los primeros 7 meses de gobierno. La demostración más clara del hecho de inseguridad criminal y corrupción más grave que ha sucedido, donde los apologistas del gatillo fácil se tendrían que preguntar qué tendría que hacer el pueblo con todos ellos y sus patrones de seguir el consejo del gatillo fácil.
Para ser serios, revisemos algunos números, y como les fue a los bancos privados en los primeros 7 meses de gobierno macrista.
Los bancos privados acumularon ganancias por miles de millones, llegando a tener un crecimiento del 52% en más en comparación el mismo período del año anterior. Según el BCRA con los bonos o letras LEBAC fueron los que más crecieron en ganancias con un total del 61% interanual, largamente por encima del 40% de inflación interanual al mes de julio. Las entidades privadas ganaron $ 33.235.- millones en la apuesta a los bonos.
Por otro lado, los mismos bancos privados sacaron en limpio $ 39.453.- millones de la diferencia cobrada por préstamos y rendimientos pagados por los depósitos.
El tercer gran ítem que mueve el balance de la banca es el del ingreso de los servicios, básicamente las comisiones, que fueron $ 30.599.- millones, un 24% más que el año pasado.
Estos datos millonarios vales más que millones de palabras. La pobreza crece porque crece la ganancia de unos pocos, lo cual significa que la plata está. Es decir, nuestro país no es un desierto improductivo. Nuestra población no son tribus nómades que deambulan en búsqueda de agua y caza de algún animal para comer. Tampoco estamos en una guerra donde tengamos que rogarle ayuda humanitaria a las Naciones Unidas. Literalmente es el avance en la súper explotación, hambre y miseria para que la oligarquía financiera, con toda su voracidad, avance en la concentración de la riqueza a costa del sacrificio y sufrimiento de nuestro pueblo. He ahí la única y esencial explicación válida de la vida que nos ofrece el capitalismo. Todo lo demás son burdas mentiras jugando a la democracia mientras nos están matando.