Según el Ministro de Trabajo Jorge Triaca (que nunca trabajó): “En enero se firma el acuerdo por Vaca Muerta”. Acuerdo entre el gobierno nacional, la provincia de Neuquén, las empresas y el sindicato. Abreviado sería, la Santa Alianza del subyugamiento y la súper explotación.
En muchas ocasiones, esta terminología que aplicamos, queda suave y light en relación al significado de tal acuerdo, pues en su forma y esencia lo trascendental es la modificación del convenio laboral donde todo lo demás pasa a ser un problema técnico, aunque también violatorio de las básicas formas de preservación de la naturaleza.
Pero el punto es la productividad y los costos. Ahí los muy caraduras no tienen empacho al afirmar que la compañía YPF logró que el costo de la perforación de cada pozo no convencional baje de U$S 14 millones a U$S 10 millones para fin de año; más allá que los inversores extranjeros (como si YPF no lo fuera) consideran que esa erogación debe estar en torno a los U$S 7 millones para ser rentable, considera el diario La Nación.
Y ahí está el huevo y no lo pisen!!!! Para llegar a tal objetivo es necesario modificar las condiciones de trabajo, y aclaran los tipos: “Por ejemplo, reducir la cantidad de trabajadores por paso, una mayor productividad implica menos personas desarrollando tareas más amplias”. Nos podríamos quedar con esto sólo, pero no. En consonancia plantean: “Un aspecto crítico es el llamado trabajo al viento que es cuando la actividad se detiene por los fuertes vientos. Esta decisión quedaría a cargo de la dirección de la compañía que evaluará correctamente cuán fuerte es el viento para seguir operando o no”. Y no conforme con ello van por las llamadas horas taxi, que es el tiempo que les lleva a los trabajadores llegar al pozo en zonas desérticas y lejanas que hasta ahora son pagas. Esto quedaría eliminado.
El Ministro Triaca se vanagloria de estos acuerdos y afirma que ya el 30% de los convenios colectivos firmados este año tuvieron cláusulas de productividad.
¿Es necesario agregar algo más a todo esto? Está más que claro que tales medidas, apoyadas por los grandes diarios que resaltan el virtuosismo de las declaraciones de estos muñecos de torta, es la columna vertebral de los planes de los monopolios, es decir: mayor súper explotación para lo cual es elemental eliminar las conquistas y condiciones de vida y de las condiciones laborales de los trabajadores, que si bien anteriormente no resolvían la explotación, son derechos que la burguesía pretende ir arrebatando.
La productividad es caída de puestos de trabajo, pero no porque no hay trabajo (en todo caso ese es el lobby que han venido gestando en los últimos años). Muy por el contrario: es para achicar costos planchando los salarios de la manera más simple y burda, ya que en vez de pagar salarios a 2 trabajadores, se paga salario a 1 trabajador que produzca por dos. Y el colmo del cinismo es que en la misma declaración, el ministro afirma que esta medida creará más empleos.
Es bueno recordar que si bien este último año la desocupación creció, sobre todo por la liberación de las importaciones, ésta la utilizan como un mecanismo perverso de disciplinamiento pensando estos tipos que estamos en los ’90 donde Menem pudo darse el lujo, con el 27% de desocupados, de afirmar “Ramal que para, ramal que cierro”. Hoy no es así, por múltiples factores, pero hay dos que son principales: hay mucha producción y negocios en la alta industria y en la explotación de recursos (que es adonde apuntan con la productividad), y por otro lado, el estado de ánimo y de disponibilidad de lucha de nuestra clase obrera y el pueblo es diametralmente opuesto a la situación de los’90.
¿Podrán con su cometido? La moneda está en el aire. Se producen constantemente en el país situaciones donde ellos avanzan y luego se ven obligados a retroceder por la tenaz lucha de los trabajadores y el pueblo. De hecho tales acuerdos de Vaca Muerta iban a ser anunciados por el presidente Macri el 13 de diciembre, pero tales anuncios se tuvieron que postergar por un conflicto laboral en YPF que les frustró los planes, según el diario La Nación.
Así es y así será: un toma y daca; con un síntoma alentador: las masas van creciendo en sus luchas, y la burguesía (y su nuevo gobierno) y sus planes se debilitan y empantanan.