El conflicto docente, lejos de apaciguarse, sigue sumando corrientes de agua a su cauce principal. En la Ciudad de Buenos Aires, durante los últimos días, el conflicto comenzó a trascender la barrera docente para comenzar a abarcar al conjunto de la comunidad educativa.
El poder sabe perfectamente que si se involucra la comunidad educativa en el conflicto se les va la situación completamente de las manos. Es que la unidad docentes-estudiantes-padres y vecinos es una fuerza arrolladora que todo lo arrastra. Es por eso que en algunos colegios el gobierno decidió aplicar la represión por igual a estudiantes y docentes. Dos hechos concretos condensan esta intimidación en el día de hoy.
En el Mariano Acosta, estudiantes y docentes iban a realizar durante la mañana una clase pública, puertas adentro del colegio. El gobierno envió policía desde la mañana temprano con la orden de evitar que “los alumnos y docentes corten la calle”. La cosa no termina allí, sino que durante el transcurso de la tarde, cuando la medida ya había culminado, un policía (portando su pistola reglamentaria, con chaleco y todo) ingreso a la escuela para “vigilar” que no se esté perpetuando ningún corte de calle o manifestación. El agente tuvo que retirarse ante el repudio de los docentes…
Otra situación característica es la que ocurrió en la Técnica N°27, donde los alumnos iban a realizar una sentada en apoyo al conflicto docente. Allí las autoridades salieron a increpar a alumnos y docentes: a los alumnos los amenazaron con sanciones si realizaban cualquier acto de manifestación, y a los docentes con sanciones, si dejaban a los estudiantes retirarse del aula para ir a la sentada, la cual era… ¡En apoyo de su propia lucha!
En plena actividad de los estudiantes ingresa al establecimiento un agente de la policía a “pispiar” para ver si no cortaban la calle… Cabe aclarar que más allá de estas intimidaciones las medidas se llevaron adelante.
Además, desde principio de año han desarrollado una campaña para intentar eliminar los centros de estudiantes con organización horizontal, afirmando que “una organización horizontal es ilegal”… ¡Ahí tiene los verdaderos miedos del gobierno! Boicotean los centros de estudiantes horizontales, increpan a los docentes a través de los cuerpos directivos para que no se asocien con los estudiantes, amenazan con sanciones a los estudiantes y envían a la policía para “hacer presencia” del aparato represivo.
Lo que verdaderamente temen es que se desarrolle la democracia directa libremente, donde estudiantes, docentes y padres tienen vos y voto por igual, porque saben que allí radica la clave en la defensa de la educación.
¡La unidad docentes, alumnos y padres es la clave para ganar cualquier conflicto, es la clave para construir una escuela pública digna y de calidad!