Hoy, 25 de mayo, se cumplen 52 años de la fundación del PRT.
Y hablar de la importancia, de la necesidad y del por qué de la aparición de un Partido como este -herramienta fundamental para la revolución- es inaceptable para la burguesía, nuestro enemigo de clase. Sabemos que siempre pretenderán ocultar, mentir, distorsionar los hechos, tratando que el pueblo se resigne a la dominación y explotación.
Pero justamente, la existencia hoy del PRT es por la perseverancia en la lucha, en la búsqueda de caminos para la liberación del hombre del yugo capitalista, en la rebeldía conciente de nuestra clase obrera y de nuestro pueblo, que sabe que este sistema no dará soluciones a los problemas más elementales que padecemos.
Hombres y mujeres de carne y hueso, fueron quienes encontraron en la ciencia proletaria, el Marximo Leninismo, la teoría revolucionaria que sentencia que sin partido no hay revolución socialista, que para alcanzar la verdadera libertad es necesario destruir el Estado burgués y cimentar los pilares de una nueva sociedad, que se consolidará definitivamente con la abolición de todo tipo de dominación, herramienta coercitiva a los anhelos populares.
La construcción del partido revolucionario fue una necesidad por aquellos años, cómo aún hoy lo sigue siendo; contra las concepciones burguesas que dictan que es imposible otro tipo de sistema fuera del capitalismo; contra las concepciones pequeño burguesas del progresismo, el izquierdismo, el populismo, el reformismo y todos los ismos que pretenden reciclarse y con ello prolongar la agonía de está sociedad putrefacta que tenemos que cambiar.
Ese es el mayor legado que nos dejaron nuestros dirigentes y compañeros caídos en la lucha, desaparecidos, encarcelados. Y el mayor homenaje que podemos hacerles es continuar la senda que nos mostraron con su ejemplo, con su entrega, con sus políticas, pero fundamentalmente, con la perseverancia de que la lucha es por el poder y no por hacer «reformas» al sistema para que por decantación “milagrosamente” vivamos mejor. El mayor homenaje no es la arenga «revolucionarista» ni el repaso «historicista»… El mayor homenaje es continuar con la construcción del Partido Revolucionario.
Porque hoy, tenemos más que razones para creer que es posible derribar a nuestro principal enemigo que es la oligarquía financiera, lo más concentrado de la burguesía. Son ellos quienes cada vez se quedan con mayores riquezas, ganancias producidas por el pueblo trabajador, en manos de un puñado de parásitos que empujan a las mayorías populares a una crisis humanitaria a nivel planetario sin precedentes.
Tenemos la razón de que este sistema ha contaminado la naturaleza al punto de acabar con montañas, lagos, campos fértiles, selvas y todo tipo de ecosistemas, con solo el afán de la ganancia. La explotación, los horarios rotativos en las fábricas, los bajos salarios, la trata de blancas, la violencia en general contra todo ser humano, la carestía de la vida, las inundaciones, la pobreza, el hambre, la falta de educación y salud digna, la corrupción política y policial, el narcotráfico que lo expanden en las poblaciones para que el consumo de las drogas sirva como agente destrucción y control social.
Tenemos la certeza de que todo lo planteado con respecto a los problemas que existen en la sociedad jamás serán resueltos en este sistema, porque lo que se prioriza es la ganancia por sobre el bienestar del hombre y el cuidado de la naturaleza.
Lo que debemos hacer consciente es que existe la posibilidad real de poder terminar con toda esta irracionalidad, injusticia social y política, a través de una revolución.
Por eso es que no nos cansaremos de plantear que las ideas revolucionarias no salen espontáneamente de las luchas, las ideas revolucionarias y el plan revolucionario lo lleva adelante el Partido; de allí su importancia siempre, más aún en épocas donde las masas se sienten protagonistas en las luchas, junto a la masividad y la unidad de la clase obrera y el pueblo.
En el campo popular se han trillado muchas frases tales como “levantamos las banderas de los caídos”… Nosotros podemos decir que nunca las abandonamos y que jamás tendremos expectativas en ninguna “opción” burguesa, y esa es realmente una bandera que tuvo nuestro Partido desde su nacimiento: la independencia política como parte de una conducta consciente de que es necesario construir las propias herramientas de la clase obrera.
Hoy, donde todo el diversionismo político promueve el juego electoral, el PRT sigue planteando las ideas y la acción revolucionaria, promoviendo la confrontación contra los monopolios y todas las instituciones burguesas, en cada barrio, escuela, fábrica o rincón del país donde exista una injusticia, para sembrar la semilla de la revolución.
Nuestro homenaje lo hacemos en cada una de todas esas trincheras, de la mano de la lucha política, que es la lucha por el poder.