Los reclamos, las críticas, las movilizaciones, medidas de fuerza, el odio por la desaparición de Santiago y la represión a las luchas populares… Todo ello pareciera que desapareció luego de los resultados electorales.
La burguesía monta una escena y pretende actuar como si la misma fuera la realidad. El viejo cuento de “El traje del emperador” se baja desde el escenario y gana las calles, ciudades y pueblos del país, a través de lo que nos cuentan los diarios, las radios, la televisión y se replica en cuanto medio de comunicación masivo existe con compromisos ligados indisolublemente a los principios de la estabilidad del sistema capitalista que quieren defender a capa y espada.
Sin embargo, como en el cuento, el emperador se pasea desnudo ante los ojos de todo el mundo. Su corte de nobles y aplaudidores y él mismo, quienes terminan actuando como si creyeran que su vestido fue tejido por hilos invisibles, se aprestan a usufructuar rápidamente los resultados “favorables” de los votos.
Todo lo que viene pasando y pasó hasta el último día de la campaña electoral, ya no existe. ¡¿No existe?!
Veremos cómo se desarrolla la lucha de clases la cual persisten en negar.
Sabemos que, aunque nos quieran hacer creer que el emperador está vestido, la clase obrera y el pueblo ven claramente su horrenda desnudez. Ninguna lucha cesará, el enfrentamiento recrudecerá ante cada medida que quieran tomar en contra del pueblo. Las demandas seguirán vigentes y se generalizarán.
Los mismos problemas que aparecían hasta el viernes de la semana pasada, siguieron existiendo durante el sábado, el domingo, ayer lunes y seguirán profundizándose, pues la burguesía monopolista querrá convalidar sus políticas de superexplotación y escarnio contra el pueblo, intentando hacer valer el cuento que crearon sobre el resultado electoral que bien podría mostrar lo que el pueblo no quiere del macrismo, lo que no quiere del kirchnerismo, ni del masismo, ni de la izquierda del sistema, y en consecuencia se dividieron los votos en contra de… y no a favor de…
Porque los resultados de la elección no expresan necesariamente las adhesiones masivas que nos pretenden hacer creer, las cuales están repartidas a nivel nacional entre las distintas expresiones políticas que en todo este tiempo no han dicho nada ni revelado sus proyectos políticos que no difieren esencialmente ya que se trata de llevar adelante los planes de achicamiento de la masa salarial, la intensificación de la productividad, la elevación de impuestos y cargas para sostener sus ganancias, mientras han plantado como candidatos a los mismos de siempre quienes son viejos conocidos como tránsfugas, indeseables, atornillados a los puestos estatales, serviles de los intereses monopolistas . Es más verosímil pensar que lo sucedido es que se ha votado a tal candidato para que no gane su contrincante. ¡Nadie cree nada a estos tristemente célebres personajes!
Querer contarnos lo contrario, no sólo es desconocer lo que venía pasando, pasa y pasará, sino que además se subestima en forma peregrina el nivel político alcanzado por las grandes mayorías laboriosas en el país. ¿O es que desde el sábado al domingo pasamos de odiarlos a amarlos?
Así, como la burguesía y su gobierno de turno seguirán intentando aplicar las políticas antipopulares, la clase obrera, trabajadores y pueblo en general, seguirán profundizando su enfrentamiento contra las políticas de achicamiento de ingresos y empeoramiento de las condiciones de vida.
La lucha de clases, no se borra con elecciones ni con las interpretaciones antojadizas de la supuesta armonía de la democracia burguesa.