La crisis política de la burguesía no es un problema menor que tienen los monopolios, muy por el contrario ésta se les profundiza y se transforma en un elefante en una ciénaga. “Más se mueven, más se hunden”. Es de suma importancia que las más amplias vanguardias de la clase obrera y el pueblo comprendamos en su esencia este problema, pues ello nos facilita que se nos abran y ensanchen, más aún, las compuertas para avanzar en las conquistas, ganar en organización y masividad en las medidas de lucha, generándonos un pleno campo fértil para amalgamar la unidad de cuya mano surgirá el tan necesario y urgente nuevo movimiento obrero revolucionario que demanda hoy la lucha de clases.
Innumerables luchas se dieron en el último año que conllevan, por su crecimiento en calidad y cantidad, a la madurez necesaria que vislumbra un cambio hacia adelante irremediablemente, colocando al pueblo argentino en los umbrales de una ofensiva de masas en donde ya nada será igual.
La síntesis reflejada en las luchas de Paraná Metal, rodeada de miles y miles de conflictos en todo el país, y el corolario de los sucesos del Ferrocarril Roca, mostró una vez más, y a todas luces, la dimensión de la debilidad política de la burguesía: el sospechoso del asesinato de Mariano Ferreyra posando en diversas fotos con varios ministros y alcahuetes de este gobierno, hizo volar por los aires toda las maniobras de engaños y mentiras que encarnan los diferentes sectores monopólicos, al grado que los diarios de la burguesía no pueden unirse entre sí para barrer debajo de la alfombra toda la porquería de la cual forman parte.
En el marco de estos trazos gruesos de esta nueva situación, la lucha por las 8 hs – 40 hs semanales; el ponerle fin a los “contratos de trabajo” y la precarización, al igual que volver a redoblar los esfuerzos en contra de la inflación yendo por nuevos reclamos salariales, fábrica por fábrica, sector por sector, desoyendo por entero las leyes de la burguesía, salteando todo marco institucional burgués que nos pongan por delante (llámese sindicatos, Ministerios de Trabajo, fecha de discusión salarial, índices inflacionarios fijados por la burguesía o la prensa, etc.), colocará la organización y la lucha autoconvocada en una oleada poderosa que nadie la podrá frenar ni contener.
¡Vió Sra. Kirchner, no es fácil matar en Argentina! Para ello no alcanza con la impunidad y el “gatillo fácil”. Hay que tener fortaleza política…y uds. No la tienen‼!
Ahora bien, nosotros decimos: Tampoco será fácil despedir a los trabajadores que se ponen al frente de la lucha, herramienta letal que utilizaron durante mucho tiempo, (diríamos, hasta ayer). Eso ya pasó. Dejémoslo atrás. La histórica combatividad de nuestra clase obrera ha comenzado a ponerse a tono, porque así están dadas las condiciones, con sus más ricas tradiciones. Ahora sí, los trabajadores comenzamos en un plano superior del espiral de la lucha de clases a plantearnos nunca más.