Para disgusto de los servicios de inteligencia del macrismo/radicalismo que hicieron estallar cerca del parlamento una traffic blanca (demostrando una falta de originalidad que debería alarmar a la burguesía), la movilización de esta tarde augura ser multitudinaria.
El problema político planteado alrededor de la reforma previsional ha unificado la repulsa y el rechazo de la mayoría del pueblo argentino. Incluidos los propios sectores abiertamente pro gobierno y sus medios de difusión cuestionan y critican la iniciativa.
Por ello la movilización de hoy, además del número de manifestantes en las calles, será una demostración de la movilización entendida en su aspecto más amplio.
El estado deliberativo que se ha generado en torno a la ley en lugares de trabajo, lugares de estudio, comercios, las mesas familiares, expresa que el pueblo mayoritariamente se opone a que seamos siempre los mismos los que pagamos los platos rotos de los desastres provocados por los de arriba con el único objetivo de sostener o ampliar sus ganancias, más aun cuando se ataca a nuestros adultos que ya de por sí cobran jubilaciones miserables.
La decisión del oficialismo de sacar la ley a como dé lugar, junto con la complicidad de los gobernadores que firmaron impunemente el pacto fiscal para que la Nación les siga transfiriendo recursos para sus chanchullos a costa de los ingresos de los actuales y futuros jubilados, implica que el gobierno de Macri necesita ofrendar a la oligarquía financiera una prueba de su disposición de apropiarse de los recursos que son de los trabajadores y el pueblo a los fines de utilizarlos para las necesidades del gran capital monopolista.
De esta forma el macrismo se saca la careta en un tema tan sensible para el conjunto de la población con un costo político que ya está pagando al seguir adelante con esta ley que es expropiatoria y, por lo tanto, anticonstitucional por donde se la mire.
Por ello en el día de hoy es importante movilizarse al Congreso como así también demostrar el rechazo de las más variadas formas.
Si la ley no sale será un gran triunfo; si la ley se aprueba, hay que continuar fogoneando el estado de movilización permanente. Ir a la huelga mañana, realizar asambleas, pegar carteles, cortes de calle, cacerolazos, campañas de rechazo en las redes y toda forma que haga expresar la creciente bronca y rebeldía de nuestro combativo pueblo que, una vez más, no se resigna a bajar la cabeza y se planta ante la injusticia y el atropello de los de arriba.