Un accidente desafortunado de una vecina, nos mostró una vez más, en una situación de emergencia, lo perverso e inhumano que es este sistema. Día de semana, accidente automovilístico, llevan al pasajero al “Hospital Zonal” de Longchamps y resulta que: las consultas se cobran, no cuentan con guardias y no tienen un equipo para radiografías. Ante la urgencia del caso, la policía, que había intervenido por el accidente, solicita auxilio al cuartel de bomberos. Son estos mismos los que plantean que el único lugar de atención de urgencias queda a dos localidades del lugar, y sino es trasladado el accidentado en camilla simulando la mayor gravedad posible, no será atendido a la brevedad dada la gran demanda que tiene dicho hospital público.
El nerviosismo provocado por esta situación, no nos impedía llenarnos de bronca por ser presos y víctimas una vez más de este estado monopólico con careta de progresista.
No hace mucho, para el aniversario de Longchamps, el intendente se dedicó a dejar en evidencia lo que puede hacer: poner palmeras, faroles, plantas y traer músicos para el festejo.
Ahora, siendo una localidad que crece día a día por la necesidad habitacional que tienen los bonaerenses, teniendo aproximadamente, 50.000 habitantes, es urgente, indispensable que funcione como corresponde una unidad de salud pública y gratuita que cuente con los equipos necesarios para atender las necesidades del pueblo.
A esto se le suma el vaciamiento que hay en los hospitales públicos de insumos y de condiciones de salubridad necesarias.
Si también ponemos en el eje, la precarización de los compañeros trabajadores de la salud, no es más que un atentado contra la vida misma, contra la vida de un importante porcentaje de la población que recurre a los hospitales públicos y no cuenta con recursos suficientes para trasladarse a algún centro de salud aledaño que se ven saturados de pacientes.
No cabe más que la unidad, el dinero del Estado está destinado a subsidios de empresas monopólicas y a negocios ajenos a los intereses del pueblo.
Por lo tanto, no nos cansamos de decir, que sólo uniéndonos avanzaremos en la lucha.