Cuando finalizó la guerra en Vietnam, un periodista francés le realizó un famoso reportaje al general Giap, dirigente de la revolución, y entre otras preguntas le hizo una que por la respuesta resultó ser de gran relevancia y enseñanza para los revolucionarios del planeta. Periodista: “¿Cómo es posible que un país tan pequeño y pobre como Vietnam pudo derrotar militarmente a la potencia más poderosa del mundo? Giap: “Es muy simple, cuando la política es justa la cuestión militar resulta irrelevante”.
Esta anécdota viene a cuento de avanzadas periodísticas que señalan el gobierno promulgaría decretos ley que le asignarían nuevos roles a las Fuerzas Armadas. Así salen ahora con el eslogan de “El nuevo paradigma sobre hipótesis de conflicto”, que implica modificar decretos como el 727/2006 que supuestamente limita la posibilidad de utilizar a las FF.AA. como instrumento de acción en asuntos de seguridad interior, afirmando que “Hechos como este dejan a la Argentina atrasada en relación al resto del mundo”… Como ellos mismos pregonan, “hoy el mundo considera amenazas extremas como ser al narcotráfico, a veces bajo la forma de narco-estados, y el terrorismo internacional, muchas veces sostenidos por gobiernos extranjeros”.
En primer lugar si el Estado de sitio es declarado por el gobierno de turno, la ley de seguridad interior habilita en su artículo VIº el uso de elementos de combate militares para funciones de neto corte policial, lo cual las modificaciones, desde el aspecto formal (por fuera de decisiones políticas), las nuevas reformas que se proponen, se constituyen en una bravuconada política del gobierno de características propagandísticas hacia los monopolios, como señal de fortaleza aparente y para tratar de influir temor supuestamente al pueblo.
Hasta ahí la intencionalidad formal, que en su esencia reafirma por supuesto, que si de las clases dominantes dependiera, recurrirían a la más despiadada represión frente a la tenas lucha de nuestro pueblo. De última, estos son los mismos sectores dominantes que recurrieron al fascismo en nuestro país. Esto por un lado; por el otro, todo huele a nuevos y fabulosos negociados de la maquinaria industrial armamentista de las casas matrices mundiales, so pretexto de modernizar las fuerzas armadas, con equipamientos nuevos y costosísimos. De hecho, acaban e adquirir cuatro lanchas artilladas que le compraron a Israel por casi 50 millones de dólares, cuando bien se podrían haber fabricado a un valor mucho menor en nuestro país.
Pero antes de plantearse modificaciones de leyes y decretos tienen una tarea mucho más profunda e insalvable, que es la recomposición de un reconocimiento y simpatías de una gran franja de nuestro pueblo hacia las FF.AA. Y ahí es donde la política manda, donde las luchas y conquistas de las libertades políticas del pueblo Argentino sepultaron la participación en política de la institución FF.AA. y más grave aún, sumieron a la democracia burguesa en una crisis política terminal, que hace que toda maniobra que ejerzan en este sentido – como en otros- los políticos burgueses, irremediablemente encuentra el descrédito y el repudio de las amplias mayorías.
Pero sin llamarnos a engaño, como diría Marx la violencia es la partera de la historia y por supuesto que cuando surja la posibilidad cierta de una salida revolucionaria en nuestro país, la burguesía monopólica no va a vacilar un instante en recurrir a una respuesta militar como respuesta contra- revolucionaria. Eso es claro, pero ojo, en un contexto donde la creación de fuerzas mercenarias (incluso de carácter internacional), que recurren a salvaguardar los intereses de los monopolios, pasa a ser hoy “el nuevo paradigma” del accionar militar de la burguesía: lo que ellos denominan “guerras híbridas”. (Ver nota en nuestra página del 25/03/2018).
La pregunta es, volviendo al inicio de la nota: ¿En qué condiciones políticas relevantes se encuentra la burguesía para imponerle condiciones militares hoy a nuestro pueblo? ¿Qué respuestas políticas, económicas y sociales tiene la burguesía a la solución de los males que aquejan a nuestro pueblo? Y es ahí donde entran a tallar y diferenciarse las POLÍTICAS revolucionarias de las políticas de la burguesía, incluso en la visión de la cuestión militar.