La dinámica que ha adquirido la larga lucha de los trabajadores “tercerizados”, puesta de manifiesto, una vez más, por los trabajadores de Paty -a pesar del intento de imponer el terror en las vías del Roca- se enmarca en la sostenida alza de las luchas de los trabajadores por la recuperación del devaluado salario y la reconquista de derechos avasallados por la burguesía en las últimas décadas.
Esto ha profundizado, aún más, la crisis política de esa clase y la de su gobierno que, sin una política clara, tira manotazos de ahogado, perdiendo la iniciativa en cómo enfrentar políticamente la agudización de la lucha.
Es así que los distintos grupos monopolistas que disputan entre sí por sus mezquinos intereses, también pugnan por imponer sus políticas.
Que pacto social; que no; que mano dura y la patota y hacer sonar el escarmiento; que no jodan que tenemos los barcos esperando para cargar; que tenemos que cumplir contratos de nuestros socios internacionales; que mejor el verso de la participación en las ganancias; que con Moyano sí; que con Moyano no…
Tanto es el caos político que la guardia imperial progresista del neo-vandorismo empresarial moyanista, la dupla Recalde – Piumato, autores del cuentito de la ley de la participación en las ganancias, presentaron un proyecto de ley que dicen que pone límites a la flexibilización laboral en cuanto a los “tercerizados”. En realidad, se trata de una intentona por poner paños fríos y dar un marco institucional a la actual lucha de los trabajadores por terminar con la tecerización que achata el salario y divide a los trabajadores.
Pero llegaron tarde, el camino está marcado con la movilización y la lucha para recuperar el salario, nuestras conquistas laborales y sociales y reafirmar nuestra dignidad.