Días pasados estuvo en Argentina la presidenta mundial del Banco Santander, Ana Botín. Colmó de elogios a las políticas del gobierno nacional y tuvo tiempo de visitar el barrio La Juanita, en La Matanza.
En esa oportunidad el actual diputado Toty Flores, impulsor de la organización de ese barrio y de la llegada de esta y otras multinacionales a ese lugar, declaró: “Si bien el Estado es facilitador yo no dudo de que la inversión privada es la que nos va a sacar de la pobreza, porque estas empresas quieren hacer negocios y tener clientes, que es distinto al clientelismo”; acto seguido, la banquera Botín expresó: “Tenemos que prestarles a emprendedores que traigan proyectos sustentables, porque como banco queremos que les vaya bien, pero también queremos ganar plata”.
El deseo de Flores, de que la inversión privada sea el factor contra la pobreza (expresión del más puro contrabando ideológico) choca con el realismo de clase de la banquera. Queremos ganar plata dice, sin más tapujos. Las leyes de la economía capitalista determinan que si las empresas ganan plata es a costa de la apropiación del trabajo ajeno y del despojo al conjunto de la sociedad. Rara forma de sacar de la pobreza a la gente.
Pero dejando de lado los manuales, la experiencia práctica del funcionamiento del modo de producción capitalista marca que, año tras año, la pobreza aumenta en el mundo. La fábrica de pobres que es el sistema capitalista mundial pareciera hacer una excepción en La Juanita; allí, según Flores, las empresas capitalistas ganarían plata al tiempo que sacarían de la pobreza a la gente. Debería buscar el diputado algún ejemplo práctico en el mundo para demostrar dicha afirmación. Por las dudas, y dado que el que avisa no traiciona, la Señora Botín dejó muy en claro que ellos quieren ganar plata. Y a otra cosa.
Los préstamos a “emprendedores” que el Santander otorga en La Juanita son a una tasa subsidiada por el Estado. Cuando Flores afirma que el Estado es facilitador esta diciendo que le facilita al banco dar préstamos a tasas que el conjunto de la sociedad subsidia. ¡Cómo no hacer negocios en La Juanita y en donde sea! Si el Estado de los monopolios es el que garantiza que se “va a ganar plata”.
El conjunto de la sociedad sostiene la rentabilidad de las empresas monopolistas, facilitando así que unos pocos se sigan apropiando del esfuerzo de millones, con el conveniente maquillaje de estar haciendo negocios en lugares con mano de obra barata. Volvemos a repetir, rara forma de luchar contra la pobreza.
En una sociedad socialista un banco que centralice los recursos generados por el conjunto social apuntalará verdaderos emprendimientos productivos en base a las prioridades y necesidades que ese conjunto social establezca y para beneficio de toda la sociedad. Y el objetivo será que la riqueza social administrada por las mayorías laboriosas sea el motor que termine verdaderamente con la pobreza material y espiritual de los seres humanos.
Toda otra experiencia que se realice dentro de los marcos de funcionamiento de la economía capitalista no ataca a la pobreza; por el contrario, la reproduce y aumenta.
La ilusión pequeñoburguesa del diputado Flores no es inocente. Es la forma de reproducir el “sentido común” del sistema apuntando a que los explotados y oprimidos acepten su condición y crean en las bondades de un sistema que, al querer sólo ganar plata, está sentenciando sus vidas a la pobreza permanente.