Escuelas nocturnas en CABA: las experiencias de organización no caen en saco roto

El 30 de enero se dio a conocer la resolución 4.055 que anulaba el cierre de escuelas nocturnas en CABA, planteando un proceso de cara al 2020 de revisión de planes de estudio, etc. Pero como el poder no duerme, sus intentos de ajustar en educación cerrando escuelas tampoco han desaparecido. Ahora atacan diciendo que van a aplicar el decreto 1990 (que data del año 1997) donde se afirma que, para continuar, un curso debe contar con un mínimo de 20 alumnos. De mas esta decir que en la escuela nocturna un curso con esa cantidad de alumnos es una barbaridad, puesto que los niveles de concentración no son iguales al igual que el espectro social de los alumnos. La nocturna, sea técnica, comercial o bachiller, tiene sus particularidades.

Dejando de lado estas cuestiones, si se quiere, técnicas, el colmo en el cinismo del gobierno se vierte cuando deciden anular la inscripción online a las escuelas nocturnas que pretenden cerrar. Además, el gobierno insta –a través de las direcciones- a elevar la matricula en forma considerable ¡Te piden que eleves el número de alumnos pero bloquean la inscripción online!

Los docentes han organizado en forma autoconvocada la inscripción online en la página www.colegiosnocturnos.com donde además se detalla el listado de escuelas afectadas. A su vez, se encuentran realizando recorridas en los barrios y colocando mesas en la entrada de las escuelas para militar la inscripción.

Esto en el medio del ataque general que sufre la educación pública, ya sea mediante la caída del salario, el cierre de institutos de formación terciaria, la UNICABA y el cierre de profesorados, el proyecto de la Escuela del Futuro y sus negocios con las plataformas virtuales, etc.

Pero lo interesante es lo que se respira en el fondo de cada escuela, donde hay un estado de malestar generalizado y donde poco a poco se va comprendiendo que, si la comunidad educativa no toma el toro por las astas, si no nos organizamos en forma amplia desde cada escuela, el poder del capital avanzara en la destrucción de las escuelas. Ya sea por una o por otra problemática, los docentes empiezan a desarrollar el ejercicio asambleario. Desde arriba aprietan. Aprietan con la persecución política como lo vienen haciendo hacia todo el pueblo trabajador, aprietan con iniciativas para flexibilizar el trabajo y consumar despidos; aprietan con el terror. Pero cuando en el abajo aumenta el movimiento, aumentan las cosquillas por hacer algo ante tanto atropello; cuando se empieza a ver la necesidad de ganar mas libertades políticas y organizaciones propias, de la escuela y la comunidad –porque de los sindicatos, como ya nos es común, no mucho podemos esperar-; cuando eso sucede el curso de la historia pasa a ser inevitable. Podrá tener sus remansos y recovecos, pero las experiencias de organización que viene llevando a cabo la comunidad educativa en CABA no caen en saco roto.

Esto que describimos no se circunscribe, por supuesto, a la educación en general, y pensamos que es característico de la situación que se vive en muchísimos centros laborales de nuestro país. Ese movimiento no se puede frenar, y los intentos de más autoritarismo y más represión por parte del gobierno y los grandes monopolios, no podrán detener el curso de la historia.

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