#19deJulio ¡Santucho vive! ¡Viva el PRT! ¡Viva la revolución!

Hoy se cumple un nuevo aniversario de la caída de nuestro Secretario General, Mario Roberto Santucho, y los dirigentes el “Gringo” Menna, Benito Urteaga, Ana María Lanzilotto, Liliana Delfino y Fernando Gertel.

Hemos escrito innumerables artículos sobre la vida, sobre la obra, sobre la acción y el legado de Santucho. De todas ellas, podemos sintetizar hoy que el Roby ocupa un lugar de trascendencia entre los revolucionarios argentinos y latinoamericanos; una referencia insoslayable para todos aquellos que se propongan la lucha irreconciliable contra el enemigo de clase, la disputa por el poder y la construcción del socialismo.

En la etapa actual que atraviesa la lucha de clases en nuestro país y en el mundo, la vigencia y necesidad del partido revolucionario como condición indispensable para encarar la lucha revolucionaria es una cuestión que, además de una necesidad histórica y una premisa teórica, adquiere una importancia política de orden prioritario.

Con esto queremos significar que la necesidad del partido, de su robustez y fortaleza producto del arraigo en el seno de las masas (y principalmente la clase obrera), y de su capacidad para tallar con cada vez mayor incidencia en el proceso de la lucha de clases, es un factor determinante en la lucha política cotidiana. Las luchas y enfrentamientos que nuestra clase y nuestro pueblo llevan adelante, en el momento complejo que nos toca atravesar, podrán ser más o menos efectivas para la acumulación de fuerzas hacia la revolución dependiendo de la actividad de un partido cada vez más inserto, cada vez más profesional y científico en sus análisis de la situación, cada vez más activo en su vida interna y en la vida de las masas y sus organizaciones, cada vez más resuelto a incorporar la experiencia de miles de revolucionarios forjados en las luchas y que concluyen que las mismas tienen una barrera infranqueable si no se las incluye dentro de un proyecto de lucha por el poder.

De allí que hoy para recordar al Roby haremos como hacemos cuando vamos a consultar algún “clásico” de la teoría revolucionaria; vamos a refrescar el artículo “Método y política”, publicado en el periódico El Combatiente de mayo de 1975, donde Mario Roberto Santucho expuso, con profundidad y sencillez, cómo debe el partido revolucionario adquirir cada vez mayor profesionalidad en su funcionamiento, en su análisis de la situación, para estar cada día en mejores condiciones de materializar la dirección política del proceso revolucionario.

Porque desde siempre nuestro mejor homenaje a tan cabal revolucionario, y en él a miles, ha sido y es aprender de sus enseñanzas y llevarlas a la práctica. Para poder afirmar que el PRT está de pie y dispuesto a ser la herramienta que aporte a la construcción del proyecto revolucionario de masas que nuestro país necesita para terminar con la dominación de la burguesía y afrontar junto a nuestra clase obrera y nuestro pueblo la magnífica tarea de la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados.

¡VIVA SANTUCHO! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN! ¡VIVA EL PRT!

MÉTODO Y POLÍTICA

Nuestro Partido está volcado decididamente a una enérgica campaña para mejorar la calidad de su actuación revolucionaria. Esa preocupación de nuestro Partido, producto de la conciencia de su responsabilidad ante nuestro pueblo, se ha multiplicado a la luz de las resoluciones del Comité Central de setiembre que marcan nítidamente el histórico rol del PRT en la vida de la Argentina actual.

Entre los aspectos que es necesario mejorar en ese fundamental esfuerzo superador queremos tocar aquí una cuestión básica: los métodos de análisis político y de acción revolucionaria. Encarar esta cuestión tiene gran importancia porque la formación de toda persona bajo la educación capitalista conlleva a la opción de un método de análisis y de acción teñido de formalismo que impide una comprensión científica, correcta, de los hechos e incapacita para la formulación y ejecución de políticas justas ante los diferentes problemas de la lucha de clases que dificulta considerablemente la aplicación creadora de la línea del Partido. Todo compañero que ingresa al Partido trae una tendencia natural» al formalismo, producto de años de educación en la escuela, la prensa. la radio y tv la universidad, etc., tendencia que es necesario combatir y anular mediante la asimilación del marxismo-leninismo.

Decía Lenin refiriéndose al análisis de clase de la sociedad rusa:

El análisis concreto de la situación y de los intereses de las diversas clases debe servir para determinar el significado exacto de esta tesis al ser aplicada a tal o cual cuestión. mientras que el método inverso de razonar, que observamos no pocas veces entre los socialdemócratas del ala derecha encabezados por Plejánov, es decir, la aspiración de hallar respuestas a las cuestiones concretas en el simple desarrollo lógico de la máxima general sobre el carácter fundamental de nuestra revolución, es un envilecimiento del marxismo y una mera burla del materialismo dialéctico» (Lenin, Prólogo al Desarrollo del capitalismo en Rusia).

FORMALISMO VS. MARXISMO-LENINISMO

El formalismo de la metodología burguesa presiona al militante a tomar superficialmente los problemas, a aplicar la línea del Partido como receta ante situaciones aparentemente similares. Es un caso repetido el del militante que encara una tarea esquemáticamente, que por ejemplo en conocimiento de la resolución partidaria de formar agrupaciones legales o semilegales y tendencias clandestinas en lo sindical, acude a un frente fabril a plantear de entrada esa línea sin conocer la situación real del frente, o el compañero que ante la resolución de los Comité Fabriles resuelve la situación cambiando el nombre de la célula existente. Porque el formalismo consiste en dejarse llevar por lo aparente, sin profundizar en el conocimiento concreto de la situación y responder a los problemas con fórmulas preestablecidas.

Nada más ajeno al método marxista-leninista. La filosofía del proletariado es de acuerdo a definiciones de Lenin, «el análisis concreto de situaciones concretas», el desdoblamiento de lo uno y el estudio de sus partes contradictorias, una guía para la acción revolucionaria. Consiste en servirse de ese rico arsenal teórico y político plasmado en la línea del Partido que constituye una herramienta de primera calidad para profundizar el análisis de la realidad concreta del frente de masas o actividad revolucionaria de que se trate y dar solución a los problemas y situaciones que se planteen, con planes de actividad creadores y medidas prácticas de organización ajustadas a la situación concreta de que se trate.

ESTUDIO Y ACTIVIDAD DE PARTIDO

¿Cómo evitar el formalismo? ¿Cómo aplicar correctamente el método marxista-leninista? La única forma indudablemente es a través de la experiencia práctica y el estudio sistemático que permitirá lograr con el tiempo un amplio dominio del marxismo-leninismo, capacitarse verdaderamente en la aplicación de la filosofía proletaria. Dominar el marxismo-leninismo no es una cuestión académica de citar de memoria textos de Marx o de Lenin. El grado de dominio de la ideología proletaria se comprueba en la práctica, se observa en la forma de solucionar los problemas de la lucha de clases y se adquiere progresivamente armonizando la actividad revolucionaria de Partido con el estudio sistemático de los clásicos.

Sin embargo, algunas reglas prácticas es posible proporcionar para ayuda de los militantes en su actividad cotidiana:

  • 1. Informarse en profundidad de cada problema interiorizándose de los detalles. Sin información exhaustiva y exacta es muy difícil dar con la solución correcta. Y esa información debe provenir principalmente de las masas, gracias al estrecho contacto de nuestros militantes de base con las masas.
  • 2. Determinado el problema de que se trata, estudiar, es decir repasar la línea del Partido sobre ese tema, repasar los artículos de El combatiente, Boletines Internos o folletos partidarios referidos a situaciones similares, estudiar y repasar textos de los clásicos principalmente de Lenin relacionados con ese tipo de problemas.
  • 3. Analizar la situación estudiando por partes los elementos contradictorios, siempre a partir de un punto de vista de masas, es decir, dando primacía entre todos los elementos al estado de ánimo de las masas. Si se trata de una huelga por ejemplo hay que estudiar los distintos elementos, la posición de la burocracia’ la situación de la empresa, la situación nacional y principalmente el estado de ánimo de las masas.
  • 4. Profundizar el análisis colectivo de la situación concreta en la célula del Partido mediante la discusión de las propuestas tácticas y orgánicas.
  • 5. Aplicar con tenacidad el plan de acción votado profundizándolo, ampliándolo y verificando su corrección en el curso de la actividad

El marxismo-leninismo es una filosofía científica todopoderosa porque su método dio solución al viejo problema de la separación entre las ideas y la realidad. Gracias al método marxista-leninista el proletariado revolucionario está en condiciones de comprender exactamente la marcha de la realidad social, de la lucha de clases y actuar eficazmente en ella en dirección a la revolución social, a la justa liberación de los explotados y oprimidos. Porque al basarse en el «análisis concreto de las situaciones concretas» el marxismo-leninismo se ajusta como un guante a la vida real. Los militantes del PRT en lucha contra el formalismo y otras presiones ideológicas provenientes de la educación capitalista levantando en alto las banderas del estudio y la actividad de Partido, avanzarán sin estruendo con sencillez, en el dominio de la ideología proletaria y elevarán consecuentemente la calidad de su trabajo revolucionario en el camino de la victoria.

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