Si le preguntamos a cualquier trabajador o nos preguntamos nosotros mismos la opinión de la doble indemnización por despidos que plantea el gobierno en términos estrictamente nominales, ninguno “nos opondríamos” en el actual contexto. Pero esta medida dista mucho de responder a las necesidades urgentes del bolsillo del pueblo trabajador y su realidad. Por el contrario, y esto sí no es “nominal”, dicha medida es una jugada engañosa que se suma a una nueva improvisación con el único fin de embarrarle la cancha a cualquier tipo de recomposición salarial que surja desde los reclamos de los trabajadores.
Si consideramos los cierres de empresas y los despidos que se dieron en los últimos cuatro años y lo cotejamos con el discurso del Presidente y su nuevo gobierno, que dice que su plan es la reactivación de la industria y la producción apuntando a la mínima desocupación, nos haría pensar que las medidas pasarían por mejoras e incrementos para una recomposición salarial.
Esto dado a que en términos estrictamente económicos capitalistas la demanda de mano de obra tendría un crecimiento, lo cual achicaría la oferta de mano de obra. Entonces, señor presidente: ¿a qué viene lo de la doble indemnización? Las palabras sobran…
Si a esto le agregamos que el discurso también señala que van a auxiliar a las PYMES que fueron destruidas, con facilidades de créditos y vaya uno a saber cuántas mentiras más (ya que lo de las PYMES es una de ellas), van y le clavan lo de la doble indemnización por despidos, no solo es contradictorio, sino que tapa con una mentira del vuelo de una gallina el verdadero objetivo. Primero una vuelta de tuerca al proceso de concentración monopólico, pues las PYMES dependen casi en su exclusividad de las multinacionales; y como si fuera poco se esconde que los monopolios en sus constantes modernizaciones tecnológicas aplican retiros voluntarios que triplican o cuadruplican las dobles indemnizaciones, y cuando no, reducen horarios con salarios al 70%.
Y sobre el pucho la escupida. Ya están anunciando un posible aumento salarial por fuera de las discusiones paritarias, avalado por la C.G.T. y casi la totalidad de los gremios, con un congelamiento en las discusiones paritarias por 6 meses (y después vemos, nos dirán). En esta no están improvisando, como buenos burgueses la real jugada es la búsqueda constante de la baja de la masa salarial. ¿O nos garantiza el nuevo gobierno el fin de la inflación para el mes que viene? Da risa. Está claro que no.
Los humos de la pirotecnia del triunfo electoral se van disipando y va apareciendo “la real política”. Entonces es más fácil entender por qué con la derrota de las PASO el macrismo nos clavó un tremendo ajuste y el peronismo salió a desmovilizar como una clara señal de pacto de gobernabilidad.
Es más fácil entender el famoso pacto social y que el “movimiento obrero” iba a ser parte del nuevo gobierno. Es más fácil de entender que “como la mecha está corta producto del alzamiento de los pueblos en la región, la reforma laboral como ley en las cámaras no se va a poder llevar a cabo… Pero sí con los sindicatos como parte del gobierno “lo vamos a intentar hacer” vía reforma de los Convenios.
Está claro que esto es diferente al macrismo. Incapaces sin la billetera estos tienen un verso político mucho más preparado. Pero al fin y al cabo es una nueva mentira que demuestra que son también los enemigos de los intereses de la clase obrera y el pueblo.