Los obreros vitivinícolas y la lucha política contra la minería en Mendoza

La clase obrera vitivinícola mendocina, tanto en Maipú, como en Lujan de Cuyo, con la lucha de todo el pueblo mendocino en contra de la mega minería contaminante, tomo posición al margen de la burocracia sindical y dejando claras señales políticas de clase, sumándose a los reclamos.

El pronunciamiento de organizaciones de base de delegados y trabajadores vitivinícolas en torno a la derogación de las leyes que le daban vía libre a la contaminación del agua en la explotación minera, expresa la profundidad que está adquiriendo el reclamo de todo un pueblo.

La relevancia que adquiere tal pronunciamiento tiene un componente no solo político sino ideológico, que aporta enormemente a la lucha de clases. Pues el involucramiento como clase en los problemas que trascienden estrictamente a las bodegas y las viñas puertas para adentro, le imprime un sello distintivo a la unidad de la clase obrera y el pueblo. Tal conducta se constituye en la mejor acción concientizadora que ayuda sin dudas en el avance de la toma de conciencia de clase, de la clase obrera y el papel que tienen destinados los trabajadores en las luchas por las demandas de todo un pueblo.

Estos pasos dados que pueden parecer a simple vista intrascendentes no lo son. Muy por el contrario, se constituyen en un gran avance en la lucha contra el reformismo y el economicismo al involucrar directamente a los obreros de toda la zona, en una postura que tiene que ser la constante de los trabajadores de ir dando respuesta política como clase (al igual que lo hace la burguesía, pero de manera inversa) a todos los problemas y padecimientos desde la unidad de la clase obrera y el pueblo.

Este tema no es menor. Por el contrario, si pensamos desde la lucha revolucionaria y la construcción del poder popular resulta inviable que se abra un proceso emancipador si este no está encabezado por la clase obrera y su proyecto revolucionario.

A continuación transcribimos un comunicado sacado por los compañeros vitivinícolas que apunta directamente en esa dirección, imprimiéndole una clara señal de clase a esta lucha extraordinaria del pueblo mendocino que ya se constituye en un triunfo político nacional, dada la relevancia adquirida y los intereses monopólicos que tuvieron que retroceder.

«COMPAÑEROS VITIVINÍCOLAS:

DEFENDER NUESTROS RECURSOS NATURALES ES DEFENDER NUESTRO TRABAJO.

El viernes 20/12 los iluminados que dicen representarnos en la legislatura, sin consultarnos, sin escuchar los reclamos de varios miles de mendocinos, dieron origen a una nueva ley (la 9209) que sepulta a la 7722 protectora del agua y que nos alejaba de la mega minería contaminante.

Esta nueva ley, la “ley del cianuro” se tejió entre gallos y noche, fue aprobada por 65 votos a favor, o sea que 65 personas deciden por más de tres millones que somos los mendocinos.

Como trabajadores vitivinícolas NO PODEMOS ESTAR AJENOS A ESTA TREMENDA MACANA QUE HAN COMETIDO LOS QUE DICEN REPRESENTARNOS.

Si la mega minería triunfa sobre nuestro pueblo, no pasaran más de 4 o 5 años, que por más recaudos que se tomen, las nacientes de nuestros ríos terminen contaminadas por algunas de las substancias que utiliza la mega minería, cianuro, ácido sulfúrico y los metales tóxicos que además se liberan, contaminando así las aguas para el riego de las fincas, contaminando la producción agrícola y principalmente nuestros viñedos que son la fuente primaria de nuestro trabajo.

Compañeros vitivinícolas, tenemos que exigir como el resto de la ciudadanía de Mendoza, que se derogue esta ley perversa que fue engendrada solo para satisfacer la voracidad del capital explotador, secante, saqueante y contaminante de los monopolios mega mineros.

EN DEFENSA DE NUESTRA FUENTE DE TRABAJO:

– DIGAMOS NO A LA MEGA MINERÍA

– EXIJAMOS LA DEROGACIÓN DE LA LEY DEL CIANURO 9209

– PLENA VIGENCIA DE LEY 7722 DEFENSORA DEL AGUA

– QUE NUESTRO GREMIO Y EL FOEVA, FIJEN UNA POSICIÓN

– EL AGUA DE MENDOZA NO SE NEGOCIA»

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