Como ocurre en diferentes partes del mundo (por ejemplo en Italia con los trabajadores parando la producción en las automotrices, acerías, metalúrgicas, línea blanca y otras industrias; choferes de transporte en Francia, o más cerca en Chile en la Celulosa Arauco entre otras) la clase obrera de nuestro país también da señales claras que debemos tomar una posición de clase frente a esta situación. Nuestras vidas valen más que sus ganancias es mucho más que una consigna, es un grito de lucha y resistencia activa por nuestra dignidad como trabajadores y como pueblo.
Frente a la improvisación del gobierno de la burguesía, desde las 0 horas del día de hoy en diferentes lugares de trabajo nuestra clase viene tomando medidas desde abajo frente a la actual situación sanitaria.
A primera hora del día, trabajadoras y trabajadores del Hospital Italiano en la Ciudad de Bs. As. daban cuenta que están haciendo sus tareas sin medios e instalaciones adecuadas, con un sacrificio extrahumano, y con recortes de personal y contratados a los que no se les han renovado sus contratos. Vale aclarar que de los 11 trabajadores del laboratorio del Malbrán, 7 están precarizados y hace casi 20 años que tienen contratos con salarios basura, a lo que se le suma la falta de inversión en equipamiento esencial.
Los obreros y obreras de la fabricante global de alimentos Mondelez ubicada en Pacheco, pararon las líneas de producción por varias horas en reclamo que la empresa cumpla con las medidas de seguridad dispuestas por la pandemia.
Los trabajadores vitivinícolas de Mendoza fueron encuadrados en el rubro “alimenticio” con el objetivo de que no se pare la cosecha, lo que ha generado un gran revuelo con total justeza: si es así deben cobrar bajo ese convenio y no la miseria que pagan las bodegas.
En la empresa Siderar de San Nicolás, en donde trabajan entre 8 y 9 mil compañeros, a donde permanentemente llegan barcos del extranjero y camiones de todo el Mercosur, la clase obrera está realizando asambleas y se planta frente a la exposición a la que los condiciona la empresa con la extorsión que “son productores de hojalata para latas de productos alimenticios y aerosol para desinfectantes”. Obreros de empresas contratistas realizan asambleas enfrentando a la empresa y al gremio que no quieren dar el brazo a torcer. Decidieron irse hoy a las 14 hs. no acatando el pedido de quedarse hasta las 18 hs. o ir mañana a trabajar. Sólo van a mantener una guardia mínima.
En los puertos exportadores de granos, peritos y trabajadores iniciaron un paro porque no se están cumpliendo las medidas de prevención necesarias para prevenir el contagio del virus.
El personal de limpieza del Ferrocarril Sarmiento se encuentra en permanente estado deliberativo para que la empresa resuelva las condiciones de seguridad que les permitan llevar adelante las tareas de higiene de los trenes.
En el ANSES, antes del anuncio del gobierno respecto al aislamiento obligatorio, fueron los trabajadores de base los que tomaron la decisión de cerrar las oficinas para cuidarse y cuidar a la población.
En la planta de P&G (Procter & Gamble) Pilar, los trabajadores decidieron anoche no ingresar a las 22 hs. parando virtualmente la producción. El malestar y la bronca se expresaron más allá de los manejos del gobierno y sus anuncios, y los negocios de la multinacional.
En contrapartida con esto, en las empresas de gaseosas la corporación sindical salió presurosa a anunciar apenas terminó de hablar el presidente que “se trabaja porque somos parte de la cadena alimenticia”… lo que generó una catarata de puteadas de los trabajadores a los delegados cómplices y al sindicato. Lo mismo viene pasando en empresas del plástico en donde se hacen precintos termo contraíbles.
En ACINDAR Villa Constitución se paró la producción a partir de la media noche (quedando algunas guardias mínimas para terminar con la parada de algunos sectores). Queda claro que “el horno no está para bollos” y a la empresa no le quedó otra que acatar el decreto.
En la planta de Tenaris Techint de Valentín Alsina, los trabajadores protestaron en el acceso porque la empresa quiere imponer una baja de salarios en el medio de esta situación. Ya venían pagando mal los salarios, reconociéndoles parcialmente los aumentos, reduciendo puestos de trabajo, entre otras medidas en contra de los trabajadores.
La empresa SanCor –en este contexto- suspende personal a quién abonará el 75% del sueldo, violando las normas dispuestas, degradando hasta la indigencia a quienes trabajan y persiguiendo a los que levantan la voz. Los trabajadores exigen que se cumpla lo reglamentado, que les paguen lo que les deben y que les provean de los elementos de higiene básicos.
Los trabajadores de Felfort le reclaman hoy al impresentable de Rodolfo Daer porque ellos producen chicles y caramelos que no son parte de la cadena alimenticia esencial e igual los obligan a ir a trabajar. “No arruinemos la vida de los trabajadores y sus familias por los empresarios”.
En Tucumán, los trabajadores de la salud pública del Hospital de niños exigen condiciones de trabajo, personal médico y administrativo, y los recursos acordes de bioseguridad para poder enfrentar la pandemia. Se movilizan hoy en las puertas del hospital.
Los trabajadores de Compaer de Pontevedra pararon la producción porque no están garantizadas las mínimas condiciones de salubridad. Paradógicamente, llenan envases de aerosol con alcohol medicinal y envases de alcohol en gel en pésimas condiciones, sin ningún recaudo sanitario y trabajando hacinados en un galpón.
No pretendemos aquí hacer una reseña de todo lo que está ocurriendo por estas horas ni mucho menos. Estos ejemplos son apenas una muestra de la información que vamos recibiendo. Pero está más que claro que debemos seguir enfrentándolos con las herramientas y formas de lucha que podamos encarar en cada lugar de trabajo y en cada barrio en defensa de nuestras vidas, nuestra salud, y para arrancarles los recursos que nos niegan para el sustento que nos merecemos como trabajadores que todo lo producimos.
Las clases están actuando. Los pueblos están actuando. La burguesía toma iniciativas pero la moneda está en el aire. Por lo pronto, las acciones de resistencia activa son las que irán condicionando cada paso del gobierno de los monopolios.