Dos hechos que marcan el carácter parasitario de la oligarquía financiera, uno en el plano internacional y otro en el nacional.
Ayer en Bruselas, no hubo paz. Sus propias expresiones fueron: “la mejor salida para Grecia era el fracaso controlado”.
17 países de Europa no se pusieron de acuerdo. Los Estados están sometidos al capital financiero, el verdadero debate era qué sector de la banca y de la industria iban a hacerse cargo del rescate de Grecia. La banca Alemana, si es que se la puede llamar así, impuso la idea inicial de hacer recaer un peso importante al sector “privado”, es decir ampliar a otros bancos el peso de la deuda.
Lo que no se dice es que “el fracaso controlado” de la reunión estuvo condicionado por la movilización en todos los países de Europa. Pero la moneda está en el aire. ¿Los pueblos, aceptarán los ajustes que se preparan desde las instituciones de los Estados Europeos?.Parecería que no. Francia hizo saber que es el “último” rescate a un país.
¡¡¡Por favor, no “rescaten” más!!!
Por cada reunión de fracaso controlado, los pueblos Europeos padecen la incapacidad política de la oligarquía financiera para salir del incendio a que están sometidos.
En nuestro país, a tono con Europa y otros, Techint ganó la pulseada con otro sector de los monopolios, fundamentalmente el automotriz que tiene un control de las instituciones, materializadas en el gobierno de la presidente Kirchner.
El sometimiento logrado por Techint da origen al título del presente artículo.
Mientras el gobierno logra la distribución de dividendos por $ 1.511 millones, la propuesta fue aprobada por unanimidad, el “bocado del león” iba por otro lado.
La discusión por los $ 6.500 millones que figuran en el balance como reserva a cuenta de futuros dividendos también fue “saldada”. Según la empresa, la ANSeS comprendió el argumento de que esos fondos están invertidos y que sólo se trata de un manejo contable.
O sea, al tiempo que Techint “reparte” 1.511 millones de pesos, se embolsa 5.000 millones de pesos netos que el Estado no le va a reclamar.
Esto es crisis política, estos miles de millones de pesos que se están robando condicionan todas las políticas hacia adelante. Por arriba está todo descompuesto, es una buena medida para entender y asimilar el peso que la lucha de nuestro pueblo está teniendo a pesar del ocultamiento que los medios hacen de ello.
No hubo paz ni acuerdo, hubo y hay guerra de rapiña. Esto es capitalismo a secas.