Esto es lucha de clases. Mientras la clase obrera industrial lograba un triunfo determinante para el devenir político inmediato en el sector productivo más importante del país (como lo es la industria aceitera y de granos); decenas de miles de mujeres y jóvenes lograban en las calles (presionando a la Cámara de Senadores tras más de una década de intensa movilización), la conquista de una bandera que sentará un precedente histórico en el marco de las luchas por los derechos políticos: la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
Pero la clase dominante no duerme. Mientras, la Cámara Baja aprobaba entre “gallos y medianoche” la ley para la nueva movilidad jubilatoria. O sea, un descarado ajuste a más de siete millones que reciben jubilaciones y pensiones, y a 17 millones de personas si se consideran a quienes reciben recursos sociales del ANSES.
El gobierno impulsó este ajuste dando respuesta a las condiciones del FMI.
Una ley de movilidad ajustable cada tres meses que implica hacer un promedio entre las “entradas” del ANSES y los aumentos salariales logrados en paritarias. Si la recaudación del ANSES crece por sobre el 50% el aumento a las jubilaciones tiene ese techo, y si las paritarias están por arriba sigue el mismo mecanismo. Ahora bien, si alguna de las variables no crece, “las pérdidas” irán a parar a millones de personas.
Como dijo uno de los impulsores de esta “movilidad jubilatoria”, el diputado Carlos Heller: “si el país crece todos nos veremos beneficiados”. Pero agregó sin ruborizarse: “esto va a llevar tiempo, hay que tener paciencia”.
En esta misma jornada en la ciudad de Buenos Aires y a modo de ejemplo de lo que pasa a nivel nacional, hay suba de taxis, subtes (43%), estacionamiento medido (100%) y multas “recaudatorias” (82.5%). Además, se comenzará a tributar gastos con tarjetas de crédito, el impuesto a sellos y un 8% en las operaciones financieras. Ajustes provinciales, a nivel nacional, una verdadera olla a presión que profundiza una bronca contenida.
Las clases enfrentadas, burguesía-proletariado, están dando muestras que -con el correr de los meses- los velos por desclasar la lucha entre enemigos irreconciliables se eleva un peldaño tras otro. La conciliación de clases se desgrana paso a paso y un 29 de diciembre como el de ayer será recordado a pesar de un año que ha sido difícil de transitar para nuestro pueblo, que va dando muestras que las clases en pugna seguirán elevando su apuesta.
La lucha del proletariado con éstas últimas conquistas está superando los marcos impuestos por el sistema. Los hechos de ayer en el proletariado agro industrial van mostrando que la clase está dispuesta a entablar su lucha en el marco político, aunque somos conscientes que es un camino a recorrer para que las mismas se encaren hacia una acumulación de fuerzas hacia la revolución.
Hay mucho por hacer. Pero nuestro pueblo y -específicamente el movimiento de mujeres- conquistó algo más que una ley. La dignidad para la gran mayoría del pueblo es un camino a recorrer no sin tropiezos. Pero ganar la calle es el mejor ejemplo para ganar la dignidad, rompiendo todo tipo de fronteras para avanzar como sociedad humana.
Este 29 de diciembre será una jornada que recordaremos como histórica. Un precedente de lo que vendrá, en donde las clases irán tensando sus fuerzas en pos de luchar en el marco de intereses enfrentados.