Los trabajadores y trabajadoras de la Empresa de Servicio de Agua y Saneamiento del Chaco (SAMEEP) tenemos una vasta experiencia en la lucha por la reivindicación de los derechos adquiridos como clase, llevada adelante durante más de 30 años.
En la batalla ideológica contra el sistema es imprescindible que esa experiencia de lucha se retome para que sea la clase obrera la que encabece la resistencia contra el ajuste en la provincia. Ello será posible con una construcción del poder propio desde las bases. Y esa construcción no empieza de cero.
En los hechos concretos, la reivindicación salarial, expresada en la deuda histórica por calificaciones, una conquista legítima que el poder negaba en desmedro, en este último año se pudo torcer a favor de la clase trabajadora. Lo estratégico de este logro fue que nos impusimos en asambleas en contra de las corporaciones sindicales, las que (como siempre pasa) no tuvieron más remedio que impulsar la reivindicación cuando ya no les quedaba otra, por la presión que venía desde abajo.
Otra conquista fue el concepto extraordinario por Covid 19 que, con organización, lucha y el trabajo en la emergencia fue un importante logro alcanzado.
Aún quedan pendientes las demandas por las condiciones de trabajo, postergadas por la prioridad de la retribución salarial.
Hoy el estado de ánimo de los trabajadores y trabajadoras de SAMEEP es de alerta permanente; ya no alcanza con las migajas que entregan los funcionarios de turno.
El gobierno, a comienzos de 2021, se quitó la careta y se puso en pie de guerra poniendo nuevos funcionarios, los llamados Ceos, para manejar el desarrollo de la empresa teniendo en cuenta las leyes del mercado y las necesidades del capital monopolista.
Se presentan con el manual del ajuste, el tarifazo, la reforma laboral, la reforma fiscal; vienen, según ellos, a equilibrar el déficit financiero.
Por eso en SAMEEP nos proponemos frenar el ajuste desde cada sector, desde cada lugar, desde cada localidad lejana, con la movilización, muchas veces espontánea, pero ahora proponiéndonos organizarla, para que esa movilización exprese el poder de la clase cuando se organiza con sus propios métodos y sus propias herramientas.
Se pone cada vez más claro que es ahora el momento de organizar la resistencia, planificarla, e incorporar en la lucha contra el ajuste a otros sectores de la clase trabajadora y del pueblo en general.
Desde la independencia de clase, construyendo desde las bases, materializando nuestras propias herramientas para la acción y la lucha, recuperando la historia y tradición del proletariado en nuestro país, la clase obrera organizada desde SAMEEP nos proponemos construir la unidad de los trabajadores y el pueblo para resistir y enfrentar los planes de los monopolios y su gobierno. De lo pequeño a lo grande, y convencidos que ese es el único camino para que nuestro presente y nuestro futuro dejen de depender de los que siempre nos han traicionado.
Y que sea nuestra lucha y nuestra organización la que se imponga para que junto al pueblo, debatamos, decidamos y ejecutemos la lucha política contra el enemigo de clase. Hacia ello apuntamos.