Nada se consigue sino se pelea

Hola genio, como andas loco, escuchame bien, te voy a decir algo:¡GANAMOS! no vamos a levantar una sola pieza más por el peso que tiene y además GANAMOS un puesto más en nuestro lugar. Vamos peleando, siempre juntos, GANAMOS!!!!!!!

Este es un diálogo de resistencia entre obreros en un establecimiento fabril, se pelea, se gana, siempre unidos.

No tiene el gran cartel pero la empresa pierde la iniciativa, el gremio empresarial pierde la iniciativa.

LAS GANAS DE GANAR OTRAS BATALLAS vienen de muy abajo. Esto es  resultado de dos factores fundamentales, por un lado la permanente acción revolucionaria para elevar el grado de conciencia y organización de la clase, bien pegaditos al sector y por otro lado el vivir épocas que ya no se quieren vivir por parte de la clase y el pueblo.

Se conjugan dos factores, se camina a resolver la falta de expectativa para cambiar el actual estado de cosas. Se experimenta caminando.

Nada se consigue sino se pelea, entendiendo esa pelea con un sentido amplio de la palabra. Pero es pelea al fin. Esta expresión lo encierra todo y además abre puertas para asimilar el papel que juega la clase dominante y la defensa que hacen de un sistema que frena al desarrollo de la sociedad humana.

Pelea, lucha, enfrentamiento, está muy lejos de ese concepto tan practicado por las fuerzas electoralistas de izquierda,  sinónimo de “junta votos” o el “escalar” posiciones en el plano sindical y con ese objetivo insertan sus políticas en donde nada importa la pérdida del puesto de trabajo, el despido o peor aún el desmantelamiento de incipientes organizaciones de base.

La pelea contempla el aspecto consciente, la organización y por sobre todas las cosas la planificación de los objetivos a conseguir, en las batallas de este tenor de cosas ese enfrentamiento lo contempla todo, muy lejos de todo esto se encuentra la idea de ganar un voto, se trata de ganar una lucha y ascender otro peldaño político en la comprensión de cuestiones fundamentales para la clase obrera y el resto de los asalariados.

Aparecen la paciencia y la impaciencia, conviven porque en el estado de ánimo de quienes ponen el lomo cotidianamente la impaciencia por la pelea está viva y la paciencia por pegar con certeza ayuda a una acumulación de fuerzas mayores.

No son momentos fáciles para caminar, pero no queda otra que hacer conciencia que peleando iremos elevando la capacidad para batallas mayores, en el mientras tanto valorar el camino de echar raíces, organizar en las condiciones que se nos presente, golpear, organizar y volver a golpear, sintetizar en los puestos de trabajo todas las experiencias, no dejar pasar este aspecto y deliberar las próximas iniciativas.

La constitución nacional exige que la “deliberación” la hagan nuestros representantes, que nosotros hagamos la consigna de clase burguesa, de los monopolios, de los sindicatos empresariales: “de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”, ellos deliberan, traicionan de la mano de su CONSTITUCIÓN mientras nos exigen bajar el lomo, enmudecer nuestros reclamos y delegarlos a estos farsantes.

Tenemos que deliberar en donde se pueda, pero deliberar al fin, lo más abajo posible, en donde más compañeros puedan dar su opinión, nuestro norte es dar pelea, muy lejos del “luchismo” y ello lo resolvemos si estamos juntos, unidos y con un proyecto y planificación que eleve el grado de conciencia y organización de lo que se está haciendo y el para qué.

Es en ese transcurrir de la lucha de clases en donde se suceden y se sucederán los próximos acontecimientos en nuestro país, pero sino peleamos en éstas condiciones actuales los hechos nos sorprenderán y más difícil se nos hará la tarea política revolucionaria en una vuelta más de rosca en la lucha de clases.

La bronca está muy abajo y la pelea hay que generalizarla, es un momento de “calma sospechosa“ pero así las cosas no pueden seguir por mucho tiempo y la clase dominante lo sabe, la burguesía monopolista tiene que seguir con sus negocios, cumplir con sus contratos  y ese es el punto débil de ellos, es un momento político de profundizar la resistencia, corroer su “estabilidad”, su “gobernabilidad” en todos los terrenos y no dejar las tareas por  abajo para mañana.

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