El Ministro Soria, el gobierno y en definitiva el Estado se arrogan un triunfo en el terreno de los derechos humanos en “reconocimiento” de responsabilidad del Estado argentino en el Caso de Pedro Troiani, obrero de Ford ante la comisión de derechos humanos, un acto desmedido, “triunfalista” y con un lenguaje de barricada resaltando el papel de la clase obrera en la lucha contra la dictadura.
Hoy 30 de marzo se cumplen 40 años de una jornada histórica en donde la clase obrera en la calle sintetizó años de resistencia antidictatorial El golpe del 76 tuvo como uno de sus objetivos desmantelar la organización de los trabajadores y como respuesta fue sacudida desde esas mismas bases proletarias. En la movilización por Paz, pan y trabajo hubo miles de heridos, muertos, detenidos y perseguidos pero la clase obrera noqueó a la dictadura.
¿Porque la historia se vuelve a repetir?
Ni Ford, ni el Estado ni el gobierno analizan el presente, parecería ser que la lucha por los derechos humanos desapareció por decreto con la conquista de la democracia en el 83, que dicho sea de paso fue conquistada con la sangre obrera y de todo el pueblo.
Para estos señores hoy no hay elementos para juzgar este presente con la misma vara.
Ford es hoy parte de las decisiones políticas del gobierno y del Estado. Así mismo el SMATA con Pignanelli a la cabeza es uno de los brazos ejecutores para desmantelar cualquier intento de organización independiente en donde sea y particularmente en la planta de Ford de Pacheco.
Mientras el poder de compra del trabajador de Ford cae año tras año a pesar que la empresa luce impresionantes beneficios producto del sistemático ajuste en el terreno laboral y de la magnitud de subsidios que recibe del Estado que es extraído de los propios trabajadores.
Entre ellos el impuesto a las ganancias.
El derecho humano de hoy es el mismo por el que pelearon nuestros compañeros de la planta y que fueron desaparecidos, encarcelados y torturados. Nos hablan de un pasado que nos pertenece y que se lo quieren adueñar con actos abominables de carácter nacional con ministros, sindicalistas y la gerencia de Ford presente.
El derecho humano de hoy es más amplio y profundo que el de ayer y es tarea de los obreros de Ford Pacheco resistir las mismas políticas que se vienen llevando desde el golpe del 76.
Nos falta organización independiente y es uno de los factores que el poder ha logrado con dictadura o sin ella. Debemos transitar un camino de dificultades dentro de la planta pero a sabiendas del enemigo que enfrentamos. La resistencia a estas mismas políticas del Estado debe traducirse con más debates en los sectores, realizar asambleas abiertas o encubiertas que puedan acumular fuerzas por sector. Organizar las mismas.
El Estado que le pertenece a los monopolios y Ford es uno de ellos, vienen por más explotación, vienen a atacar nuestra dignidad cuando nos ajustan los tiempos de producción o cuando nuestro poder de compra se ha deteriorado como nunca antes.
La vida indigna que nos proponen los “señores” del acto nos pesa en nuestras espaldas tanto dentro como fuera de la planta. Los obreros de Ford de ayer y los obreros de Ford de hoy seguimos siendo los mismos generadores de riqueza y siguen viniendo por nosotros y nuestras familias. Caminemos la resistencia como se pueda, organicemos autoconvocadamente, y abramos los debates políticos como estos en todos los sectores elevando la conciencia de lo que hay que hacer.