Como era de saber, pasadas las elecciones, los aumentos y los ajustes, se caían de maduro. Es así como a dos meses del acto electoral, la inflación sigue en aumento sin escala, sumándose al aumento de las tarifas y al violento cobro de impuestos a todos los trabajadores del país.
En su discurso en el parque industrial de Berazategui, la presidenta anunció que es necesario aplicar la sintonía fina y dijo: “es necesario bajar costos para producir más”. “Necesitamos ajustar los costos para que las grandes empresas sigan vendiendo y ustedes sigan produciendo” dirigiéndose a pequeños y medianos empresarios.
¡Muy bien señora presidenta, cada vez es usted más clara! Evidentemente ya es hora de cambiar al discurso populista y decir las cosas como son: ¡hay que bajar costos, es decir, hay que bajar los salarios de los trabajadores como sea!
Esa es la gran preocupación del gobierno, como decíamos antes, pasadas las elecciones han salidos con los tapones de punta a llevar a cabo el mandato de sus patrones, la oligarquía financiera mundial, para avanzar sobre los planes que tienen en nuestro país.
Señora presidenta, como usted todavía no se anima a ser tan clara, nosotros la vamos a ayudar a hacerse entender sobre qué quiere decir con ajustar los costos:
Inflación: encarecer los productos, para que el valor real de nuestros salarios sea cada vez menor.
Aumento de tarifas o quita de subsidios, como le guste llamarlo: Se suma a la misma línea política inflacionaria, donde en definitiva, hacia donde apunta es a ahorrar gastos monopolistas y bajar los ingresos de la población.
Incremento en los pagos de impuestos: según datos oficiales, la recaudación tributaria, creció en noviembre un 30% en comparación con el mismo mes del año pasado, alcanzando más de 47 millones de pesos motorizado fundamentalmente por el cobro del IVA (cuanto más caras son las cosas, más IVA se paga), el impuesto a las ganancias (que en gran parte pagamos los trabajadores), y el impuesto al cheque. A esto hay que sumarle que los impuestos y servicios municipales y provinciales han aumentado o están en curso de incrementarse.
Mayor productividad: las empresas pretenden incorporar más productividad, acelerando los ritmos de producción y profundizando los niveles de explotación para mejorar los niveles de extracción de plusvalía.
Estos son algunas de las claras políticas “nacionales y populares” del gobierno de los monopolios, donde el objetivo radica en exprimir el mayor jugo posible a los salarios de los trabajadores del país.
Pero así como ellos han desatado abiertamente una lucha feroz contra la clase obrera y el pueblo, desde abajo se está gestando la permanente movilización en las fábricas y la lucha del pueblo por una vida digna en todos los rincones del país. Innumerables experiencias de luchas se desatan día a día como oposición a las políticas de ajuste y degradación de la sociedad. La construcción del movimiento revolucionario en la Argentina es una necesidad urgente como herramienta fundamental para erigirnos como verdadera oposición al poder de la oligarquía financiera en nuestro país.