Hace ya varios días que venimos viendo imágenes que producen dolor, impotencia y mucha bronca en Córdoba.
Son imágenes, videos y la vivencia directa de nuestro pueblo. Arde Córdoba. Arde la zona del Valle de Punilla. Arden las sierras. Pero también arden de bronca e impotencia los pobladores.
Son miles los que han lanzado un grito de solidaridad por las redes. Somos miles y miles en Argentina los que exigimos que se declare la emergencia nacional.
Se piden donaciones. Se organizan brigadistas entre la población para sumar fuerzas en el combate a las llamas.
El pueblo busca niveles de organización para hacer lo que los de siempre nunca hacen.
Hace décadas que esto viene pasando en Córdoba. La burguesía en pos de sus ganancias y negocios (inmobiliario, extensión de lñas fronteras del agro, construcción de nuevas rutas, etc.) destruye la naturaleza, asesina miles de animales de distintas especies, pone en riesgo la vida de la población, destruye casas, contamina los ríos, el aire, destruyen miles y miles de hectáreas de montes nativos y de biodiversidad de la zona. En definitiva, la burguesía, y su sistema el capitalismo, no sólo explotan a la clase trabajadora y oprimen a los pueblos, sino que destruyen todo sin importarles nada.
Como decimos en el título de la nota, SU FUEGO LO DESTRUYE TODO. Los testimonios, la angustia y el dolor de los vecinos y vecinas de las zonas afectadas son realmente desgarradoras. Son el fiel reflejo de lo que son capaces los delincuentes de “saco y corbata”.
Como siempre, agarran a 1 o 2 “perejiles”, los meten en cana un tiempito, y nos quieren hacer creer que la culpa siempre es de esos “loquitos sueltos” que andan incendiando con nafta los montes. ¡Miserables! el pueblo ya no se come ese verso.
Las y los pobladores, y la inmensa mayoría sabe o intuye que esto es intencional, y los que están a atrás de todo esto son empresarios, políticos, funcionarios y sectores muy vinculados al poder. Esos son los sectores que les pagan a los “perejiles” para que inicien en los montes. Claro está que esto está apañado y encubierto también por la policía de esos lugares, que son verdaderos encubridores y parte necesaria del entramado para que esto suceda sin que se toque a los verdaderos responsables.
Hay que parir la repuesta. Desde el PRT, y ante semejante situación, decimos que NUESTRO FUEGO SERÁ RESISTENCIA. Desde esos grupos auto organizados de brigadistas, que vienen tomando la iniciativa popular para resistir al fuego; desde esos hombres y mujeres de los cuerpos de bomberos que no son parte del entramado corrupto y delincuencial; desde esos pobladores y pobladoras que sufren las consecuencias de la destrucción; desde esos grupos ambientalistas que son verdaderamente independientes de toda la putrefacta institucionalidad; desde ahí y solo desde ahí hay que organizar la rebelión contra los incendiadores seriales.
Son tiempos de resistencias, son tiempos de movilización y respuesta popular directa, son tiempos de organizar la lucha y golpearlos donde les duele, son tiempos de comenzar a ejercitar en forma independiente la justicia. Son tiempos donde la resistencia y la respuesta popular les debe doler a ellos para que entiendan que nuestro sufrimiento y dolor tiene un límite.
Mientras organizamos, profundizamos y extendemos la resistencia en todos los niveles, debatamos cómo vamos abriendo camino para poner de pie una alternativa popular y revolucionaria de masas que vaya uniendo a nuestro pueblo desde abajo para que arda el fuego de la bronca y el dolor, y se transforme en resistencia.