(En las fábricas se anda diciendo… transcribimos un texto copiado de algún lugar..,)
“Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados” (Diego Armando Maradona)
En la tierra del Diego y Messi, un llamado a la acción resuena en las calles y en los corazones de los aficionados.
Hinchas de diferentes clubes de fútbol se unieron para defender a los jubilados en su lucha contra el gobierno ajustador.
La historia de Carlos, un jubilado aficionado de Chacarita, se convirtió en un grito de guerra que resonó en las calles y en los corazones de los simpatizantes. La represión sufrida por Carlos a manos de la policía de Milei y Bullrich inspiró a los hinchas funebreros a unirse a la lucha de los jubilados, con la consigna «basta de golpear a los viejos».
El próximo miércoles 12 de marzo, la comunidad de hinchas de Ferro, Deportivo Merlo, Lanús, Tigre, Argentinos Juniors, Almirante Brown, Gimnasia de La Plata, Boca, Deportivo Morón, Independiente, Atlanta, Huracán, Racing y muchos otros clubes se unirán a la lucha de los jubilados.
Juntos, marcharán hacia el Congreso, listos para enfrentar a los enemigos de una vejez digna.
La lucha de los jubilados es una batalla épica contra un gobierno corrupto y empobrecedor que busca demoler sus derechos y beneficios. Sin importar las condiciones climáticas, los jubilados se movilizan cada miércoles hacia el Congreso, exigiendo mayores haberes, oponiéndose a la reducción de medicamentos y al desmantelamiento del Anses.
El gobierno libertario de Milei, con su política de destrucción de las jubilaciones y recortes en el PAMI, ha declarado la guerra a los jubilados y trabajadores. Utiliza los recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad para mantener el carry trade y demoler el PAMI, dejando a los jubilados en una situación de pobreza y desesperanza.
Pero los hinchas y jubilados no están solos en esta lucha. La movilización ha despertado simpatías en varios sectores, demostrando su carácter popular y la necesidad de una movilización multitudinaria para defender los derechos sociales.
¡La hinchada más grande de la argentina la merecen nuestros abuelos y abuelas!