La situación en Vialidad Nacional


Para los trabajadores de Vialidad Nacional, los problemas se están acumulando desde hace años. Con unos pocos matices, los gobiernos de Cristina Fernández, Mauricio Macri, Alberto Fernández y el hoy, el presidente anarcocapitalista Javier Milei, fueron atacando nuestra tarea y nuestra condición de trabajadores.

Estos gobiernos que a simple vista son de distintas extracciones, tanto política partidaria como de “en teoría” ideología, son los representantes del sistema capitalista que, en lo primordial, basa su existencia en la explotación del trabajador.

Y no es solo el gobierno ejecutivo, de igual manera sucede con todos los representantes de esto, que ellos llaman, “Democracia” y que nosotros la definimos como “Democracia Burguesa”.

Todos sus integrantes sirven al mismo patrón: presidente, cámara de diputados y senadores, los jueces que son los encargados de dar formalidad al sistema, las fuerzas armadas y represivas, como así también los sindicatos y todas las entidades que te organizan y te hacen pensar como el sistema lo necesita. Falta el pueblo trabajador en esta democracia.

En Vialidad, la situación es que estamos informados de manera verbal por los sindicalistas de una fusión con el ente Seguridad Vial y un ajuste de la planta de trabajadores, o dicho de otra manera el despido del 30% de laburantes. Ese es el proyecto de las autoridades nacionales, achicar el Estado y dar vía libre a los empresarios privados, con el resultado claro de cientos de familias sin su sustento por la pérdida del empleo.

Este contexto actual no sale de un repollo. A grandes rasgos se puede avizorar que el kirchnerismo hizo su propia versión de la “patria contratista” y puso toda la infraestructura de caminos al servicio de los negocios de unos pocos. El gobierno de Macri generó una falta de financiamiento a Vialidad y también en esos años formaron la empresa Corredores Viales SA, con fondos del Estado y estructura de sociedad anónima, son empleos privados. Continuando con el gobierno de Alberto Fernández, en el que todo sigue agravándose y profundiza su desfinanciamiento de Vialidad.

Fueron tiempos en que el trabajo político orientado por una mirada proletaria, crítica del sistema, era prácticamente nulo.

A la fecha en la DNV comienza a aparecer un pequeño cambio que es un trabajo político mínimo. Por ejemplo, se realiza un volante y los trabajadores lo ven bien, lo ven bueno. Trabajadores que son compañeros, que están afectados por los mismos problemas, y que cuando reciben propuestas y opiniones sobre lo que les pasa a ellos, algo les llega. Lo que molesta es el Capitalismo.

Ahora también debemos ser conscientes y consecuentes que lo que se dice luego hay que bancarlo con la acción.

Nosotros debemos construir algo nuevo. Es un error pensar en sentarse en un escritorio creer que eso es tener el poder. La tarea es levantar una fuerza desde abajo que haga realidad un futuro digno de los trabajadores.

Nosotros debemos despojarnos de todo este sistema y desempolvar nuestras viejas ropas y ser verdaderos revolucionarios. Decididos y consecuentes.


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