¡Ejemplar posición internacionalista del proletariado!


Publicamos dos párrafos extraídos del último comunicado de los trabajadores del puerto de El Pireo en Grecia:

“Nos negamos a ser herramientas de Estados Unidos, la OTAN, la UE, Israel o China, que utilizan la infraestructura de nuestro país para remodelar el mundo, redibujando fronteras con la sangre de las naciones del pueblo palestino”.

“El puerto de El Pireo no es un puesto avanzado de EE. UU., la OTAN, la UE ni de los especuladores de la guerra. No es una estación de transbordo de cargamentos letales. Es un lugar de trabajo y lucha para la clase trabajadora. Como hemos hecho en el pasado, no descargaremos ni un centímetro de este cargamento asesino”. (el destacado es nuestro).


Estos dos párrafos que ponen sobre el tapete que la “globalización” tiene dos caras.

Por un lado, la disputa interimperialista por los mercados y -por el otro- serias manifestaciones de internacionalismo proletario. Hasta el día de hoy los trabajadores del puerto de El Pireo se niegan a realizar tareas en función de favorecer al Estado sionista genocida contra el pueblo palestino.

Estas acciones ya se han producido en varios puertos de Europa. Los estibadores de Marsella se negaron a cargar 19 palets de piezas de metralletas destinadas a Haifa; o los portuarios de Génova cuando bloquearon el Contship con cargamento militar al mismo destino.

Estas manifestaciones proletarias se están encuadrando en un proceso de rechazo de los pueblos al Estado de Israel en cada país y -más en general- a ser partícipes de guerras de intereses interimperialistas a costo del sufrimiento de miles de millones de seres humanos.

Estos procesos en marcha -como la ampliación de la solidaridad de clase- van acompañados por procesos de lucha de clases en cada país que a diario van cobrando envergadura.

A modo de ejemplo: el propio EEUU, cuando su presidente Trump se pavonea por el mundo, pero fronteras adentro el humor de su pueblo convoca a profundizar movilizaciones que lo abarcan todo. Los discursos de este presidente “brabucón” ya consideran esa lucha de clases, y una buena parte de sus excitadas expresiones son producto de lo que ocurre dentro de sus fronteras.

Hay una crisis política y económica del sistema capitalista, una de sus causas fundamentales es que las mercancías se producen a gran escala, pero los pueblos no pueden acceder para consumirlas.

Multinacionales cada vez más ricas, pueblos cada vez más pobres.

Cuando ello se expresa tan crudamente por largos años, la historia de la humanidad se ve frenada, el sistema capitalista fracasa día tras día. Convive la IA con miles de millones de proletarios forzados a trabajos indignos y con salarios inhumanos. Convive la producción guerrerista sofisticada como gran negocio para la guerra con pueblos cada vez más empobrecidos y “pagando” esas guerras.

Cuando aparecen medidas de fuerza internacionalistas como las del puerto griego de Pireo es porque a ese freno que impone el sistema dominante –contradictoriamente- le va emergiendo lo nuevo, un comportamiento de clase que por décadas no se veía actuar.

En cada país la lucha de clases golpea los intereses de la burguesía monopolista, la clase dominante se ve obligada a ganar mercados, destruir a su competencia, pero ahora debe hacerlo con expresiones proletarias en marcha en diversos puntos del planeta.

Ellos van por centralizar políticamente la salida de sus crisis con nuevas y viejas recetas y fracasan en sus intentos uno tras otro. Lo llaman “multilateralidad” con el objetivo de disimular su debilidad.

De nuestro lado, los proletarios y proletarias del mundo, vamos golpeando sus planes, profundizando la lucha por los derechos políticos y reivindicaciones de todo orden, sin perder de vista la necesidad de la lucha por el poder y construir el sistema socialista que libere las fuerzas productivas a máximo esplendor.


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