Compartimos el texto del documento unitario que se leyera en el acto homenaje realizado en el día de ayer, 19 de julio, en Villa Martelli.
«Acto a 49 años de la muerte en combate de Mario Roberto Santucho y la desaparición de la Dirección Histórica del PRT/ERP. El 19 de Julio a las 14,30 horas en Mitre y Laprida,Villa Martelli
«Compañeros, compañeras, camaradas: lo primero que tenemos que decir es que, hablar de Mario Roberto Santucho, de la dirección histórica del PRT, o de los caídos y caídas en Villa Martelli es hablar de la construcción de un partido proletario en la Argentina, es hablar de miles y miles de hombres y mujeres de nuestro pueblo que llevaron a lo más alto un proyecto político revolucionario, con independencia política y de clase.
Porque fueron esos compañeros y compañeras que cayeron combatiendo en Villa Martelli y miles más los que ofrendaron la vida y su libertad, padecieron la tortura, el exilio, el asesinato de familiares, el secuestro de sus hijos e hijas, todo en pos de conquistar una sociedad de hombres y mujeres libres de la explotación y la opresión de este sistema capitalista inhumano, perverso y asesino.
El “Robi” y esa generación de revolucionarios y revolucionarias luchaban abiertamente por el poder para construir el socialismo, única posibilidad de conquistar una vida digna para el conjunto de las masas explotadas y oprimidas. Como lo hicieron otras organizaciones hermanas y sus mártires, que también fueron parte de la lucha para lograr el sueño de una patria socialista.
Y esto que planteamos, lo hacemos lejos de cualquier bronce o recuerdo nostálgico de tiempos pasados. El “Robi” y los compañeros y compañeras que cayeron acá -a un par de cuadras de este lugar donde estamos realizando este acto, recordatorio y homenaje- estaban allí aquel 19 de julio de 1976, con la decisión y la señal clara de dar los primeros pasos concretos y materiales para construir, con otras organizaciones hermanas, una opción revolucionaria de poder en la Argentina.
Hablar de Santucho y de los compañeros y compañeras es hablar de la construcción colectiva del PRT; es hablar del IV° y del V° Congreso; es hablar de “Poder burgués y poder revolucionario”; es hablar de los cañeros y zafreros tucumanos; es hablar de la Compañía de Monte Ramón Rosa Giménez; es hablar del Villazo y el desarrollo del poder local; es hablar del impresionante proyecto y puesta en funcionamiento de la imprenta de Córdoba; y es hablar de la construcción de algunas herramientas que se desplegaron y pusieron de pie en aquella etapa: el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), el Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS), el Movimiento Sindical de Base (MSB), la Juventud Guevarista (JG), el Frente Antimperialista de Trabajadores de la Cultura (FATraC), la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), todos hitos históricos en los que Santucho, Secretario General del PRT, en el Prólogo al V Congreso de 1973, escribió que, por “la hábil intervención dirigente del partido marxista-leninista y los dos tipos de organizaciones revolucionarias fundamentales por el creadas y dirigidas, el Ejército Revolucionario del Pueblo y el Frente de Liberación Nacional”. Ideas estratégicas que en Poder y Poder se completan al decir que ese “partido proletario de combate llevará al triunfo nuestra revolución antiimperialista y socialista”.
Hablar de Santucho y de los compañeros y compañeras que cayeron en Villa Martelli, es comprender que formaron parte de esos cuadros políticos, de esos miles de militantes revolucionarios que se forjaron en la lucha de clases y en aquella ofensiva de masas. No podemos verlos por fuera de ese impresionante proceso que se daba en el mundo y en particular en Argentina.
Hablar de Santucho y de los compañeros y compañeras que cayeron en Villa Martelli es hablar de los aciertos y los errores, y decir que no nos arrepentimos de nada; es recordar cientos de anécdotas, y es hablar de las enseñanzas que nos dejó para adelante; hablar de las tristezas y de las miles de alegrías compartidas en cada panfletaeada, en cada pintada de la estrella de 5 puntas, en cada acción, en cada expropiación; es recordar ese grito de guerra que se desplegó contra los enemigos de clase: AVOMPLA.
Dicho todo esto, tenemos que agregar que la burguesía no nos perdonó y no perdona que esos hijos e hijas de la clase trabajadora, hijos e hijas de lo más profundo de nuestro pueblo empobrecido, hayan osado desafiar el poder burgués construyendo una vanguardia proletaria, desarrollando la lucha revolucionaria, golpeando en el corazón de la burguesía sus intereses, poniendo de pie a los oprimidos brindándole una salida política concreta.
Producto de ese odio de clase que profesa la burguesía es que secuestraron el cuerpo de Santucho y – como un botín de guerra (su guerra sucia y genocida)- lo desaparecieron y guardaron “bajo 7 llaves” el secreto de dónde está su cuerpo.
Así lo había expresado el dictador y genocida Videla: “era una persona que generaba expectativas. La aparición de ese cuerpo iba a dar lugar a homenajes, a celebraciones. Era una figura que había que opacar».
Pero no solo fue ocultar y desaparecer al Robi y a Benito Urteaga, fue secuestrar y torturar hasta la muerte al gringo Domingo Mena, a Fernando Gertel, a Liliana Delfino y a Ana María Lanzillotto; fue torturar, violar, fusilar, mutilar, humillar a cada compañero y compañera que caía en sus garras perversas y asesinas.
Pero caída la dictadura, y abierto el período de parlamentarismo burgués, desplegaron “la teoría de los 2 demonios”, teoría que la burguesía desplegó -y aún hoy lo hace- para “encasillar” a los revolucionarios y revolucionarias poniéndolos al mismo nivel que los genocidas y fascistas. En definitiva: para aislarlos de las masas obreras y populares.
Desde este acto repudiamos “la teoría de los demonios” y sus personeros; y reivindicamos -con sus aciertos y errores- la lucha revolucionaria de los años ´70; reivindicamos a Santucho y a los compañeros y compañeras caídos en Villa Martelli como parte de esa generación que luchó y levantó la violencia revolucionaria en contra de la violencia política ejercida por la clase dominante a lo largo de décadas y décadas, y en contra del terrorismo de un Estado genocida una vez consumado el golpe; que levantó la violencia de los oprimidos como único camino y forma concreta de enfrentar al poder establecido por los monopolios y sus fuerzas represivas, como forma concreta de enfrentar, en definitiva, al poder burgués.
Con este acto también redoblamos los esfuerzos en la lucha por recuperar el cuerpo de nuestro “Robi” Santucho, del comandante Mario Roberto Santucho; y utilizaremos todas las herramientas legítimas y legales para avanzar en ese objetivo. Convocamos a los compañeros y compañeras presentes, a las organizaciones y colectivos que son parte de este homenaje, a trabajar desde ahora en la Campaña por la apertura de los archivos, la devolución de los restos y la preparación del próximo 19 de julio, donde se cumplirán 50 años de la caída en combate de la dirección histórica del PRT.
Porque la necesidad de la lucha revolucionaria, de la lucha por el socialismo, continúa presente hasta el día de hoy.
¡Viva el compañero, camarada y comandante Mario Roberto Santucho!
¡Viva los compañeros y compañeras caídos en Villa Martelli!
¡Viva la generación revolucionaria de los ´60 y ’70!
¡Viva las luchas independientes y combativas de la clase obrera y el pueblo!
¡¡Viva la lucha por el poder obrero y popular y el socialismo!!!»
Intervención de nuestro compañero Claudio Bonomo en el acto homenaje realizado en Villa Martelli.