Por estos días en un diario digital de la provincia de Mendoza apareció esta noticia: se trata de la inauguración en la localidad de El Tordillo, en Comodoro Rivadavia de un parque eólico con un generador íntegramente hecho en Mendoza por IMPSA.
En la nota se destacan las bondades de este nuevo equipo los beneficios en ahorro de combustible gaseoso o líquidos y los MW que producirá para abastecer a una población de 1500 habitantes.
También se destaca la importancia de este tipo de energía: limpia, no contaminante, renovable y “sustentable”…
Esta palabrita (sustentable…) tan cara y frecuente en el discurso burgués. Además habla de millones de dólares invertidos y la calidad alcanzada con la participación de 250 ingenieros a lo largo de cinco años, desde que se inició este proyecto.
Lo que NO dice el artículo, que este proyecto es “sustentable” en la explotación diaria de casi 300 compañeros obreros, que al leer este artículo que también apareció en la página web de la empresa y que se hizo circular a modo de “logro” empresarial dentro del establecimiento, se indignaron por sentirse ninguneados tanto como por el periodista que arma la nota, como por la empresa que además (se terminaron enterando) que destinó un “plus” como premio de casi $250.000 por este logro, pero que a ellos (como en la nota: que no existen), no les llegó ni las felicitaciones y sin embargo a los ingenieros, capataces y buchones del sindicato sí.
La nota NO habla de la cantidad de compañeros que pasaron en estos cinco años, con tres meses a prueba o con contratos basura o de los que terminan yéndose por su cuenta al no aguantar los ritmos esclavizantes, o la permanente contaminación de sus pulmones con fibra de vidrio, o de su hígados destrozados por los hedores de los solventes y lacas o de LOS MAGROS SALRIOS casi de convenio que reciben estos obreros que pareciera que no existen, cuando con su esfuerzo y sudor les generan estas millonarias ganancias al monopolio explotador.
Este es el carácter del capitalismo monopolista de estado, negar la clase obrera, no sólo en sus meritos como la clase productora de todas las riquezas al transformar la materia prima y ser los verdaderos “sustentadores” de la producción y generadores de la riqueza, sino también como en este tipo de emprendimientos donde a los obreros sólo les tocan las amenazas, la contaminación y el deterioro diario de su salud.