En el marco de la “desregulación y transformación del Estado”, el gobierno de los monopolios lleva adelante una “cruzada” de ajuste contra el conjunto del pueblo trabajador y, como parte de la batalla ideológica que viene librando contra la clase, los ataques a trabajadoras y trabajadores del Estado constituyen una herramienta importante. Sin nada nuevo si lo comparamos con otras etapas de la historia política y económica del país, en las que el “achique” del Estado era el ariete principal para librar esa batalla.
Así fue por ejemplo cómo la Ley de Reforma del Estado (1989, Menemismo) se resumía en la famosa frase de Álvaro Alsogaray; “achicar el Estado es agrandar la Nación”.
Por supuesto, aquí lo que nos interesa es el ataque de los diferentes gobiernos contra, en este caso, las y los trabajadores del Estado, en un contexto dramático que estamos atravesando con el gobierno de Milei, y que se viene caracterizando por el cierre de organismos y estructuras, despidos masivos, congelamiento salarial en diferentes organismos estatales.
El mecanismo es el habitual: tratar de crear (o reflotar) un ambiente adverso en la sociedad hacia los trabajadores estatales (“ñoquis, vagos, ladrones”) y hacia la ineficacia de los organismos en cuestión. Lo cual pretende conducir a la necesaria conclusión: cierre o privatización. Así lo hizo el menemismo, luego de un trabajo fino de años y que comenzó en tiempos de dictadura.
En este sentido, la Casa de Moneda no es la excepción. Lo que ocurre es que, en este caso, hay negocios más que interesantes para los amigos del poder.
El gobierno, con la firma de Luis Caputo, Guillermo Francos y Javier Milei, allá por julio del corriente año, oficializó la reconformación estructural de la Casa de Moneda. En suma, una privatización en curso de toda una serie de negocios vinculados a las tareas que se realizan en esta importante dependencia. Ya en abril, para avanzar en este proceso, la Casa de Monea había sido transformada en una SAU (Sociedad Anónima Unipersonal), lo cual habilita a transferir las unidades de negocio.
A todo esto, el gobierno se encargó de estigmatizar a la Casa, diciendo prácticamente que eran “los responsables de la inflación”, a través de la “maquinita” para imprimir billetes. Las y los trabajadores, a través de diferentes recursos (notas, programas, manifestaciones, volanteadas) hace tiempo que vienen denunciando las mentiras del gobierno y la intención del mismo de “regalar” los negocios que dependen del funcionamiento de la Casa de Moneda, que no es solamente la impresión de billetes.
Cabe señalar al respecto que ya en octubre del año pasado, se estableció la suspensión de esta función, aduciendo maquinaria desactualizada, y atrasos en el cumplimiento. Por lo cual, se decidió que los billetes de 10.000 y 20.000 pesos se impriman en China. A todo esto, el personal sufrió despidos y procesos de retiro voluntario, reduciendo la planta que contaba en ese momento con unos 1.300 trabajadores.
Pero la Casa realiza infinidad de funciones: estampillas fiscales, títulos, padrones, pasaportes, chapa patente, entre otros elementos de seguridad.
La lucha de los trabajadores logró, luego de un histórico abrazo al edificio, que el gobierno retrocediera en sus intenciones de cierre, en octubre de 2024.
Sin embargo, el anexo de la Casa que se dedica a la realización de las chapa patente, la planta de Don Torcuato, sufrió el cierre, pese a lo cual continuó la lucha, denunciando los jugosos negocios detrás de estas intenciones del gobierno.
Primero, el negocio inmobiliario vinculado a las tierras fiscales, y luego, ceder las unidades productivas a los “amigos” que financiaron la campaña electoral y que responden a grandes grupos económicos: Eurnekian, Clarín, Grupo Bolt (Boldt, especializada en el desarrollo de tecnologías para la administración de instalaciones y sistemas de alta seguridad, que se quedaría con el negocio de las chapas patente).
Es de destacar que las y los trabajadores reaccionaron, como señalamos, a través de una fuerte movida mediática, radio abierta, el abrazo histórico y toda una serie de denuncias que hicieron visible su situación. Los mismos vienen sufriendo despidos, flexibilización laboral, traslados en condiciones precarias y retiros voluntarios con indemnizaciones miserables.
Como dijimos, los negocios detrás de este desguace son jugosos. El principal quizá, las chapas patente. Pero están también los Instrumentos Fiscales de Control y servicio de Trazabilidad, Pasaportes, impresión de billetes, etc.
El próximo 29 de septiembre la Casa de Moneda Argentina cumple 150 años. Todo la actividad realizada por sus trabajadores, forma parte de la vida cotidiana de todo el pueblo argentino. Es una jornada de celebración, pero también de lucha.
Por eso, el miércoles 1º de octubre a las 13 hs., habrá una actividad de festejo y a la cual invitan trabajadores y trabajadoras de la Institución, convocada en la Puerta Principal, Av. Antártida Argentina 2085, Retiro.
Hay que destacar que sólo la lucha organizada de las y los trabajadores puede detener este proceso. Como se viene dando en diferentes conflictos tanto en el sector público como en el privado, señalamos que la lucha en unidad, organizada y, muchas veces, autoconvocada es la que marca el camino para torcer el plan del Gobierno.