«Hay empresarios irresponsables que aumentan los precios». Esta frase no está tomada de una charla con un vecino en un barrio o con un compañero de trabajo, sino que pertenece al ministro del Interior, Florencio Randazzo.
No llama la atención que este ignoto personaje sea el elegido para tratar de plantear una idea por lo menos insólita, que sostiene que “la inflación no es un problema del Gobierno”.
Vale una aclaración inicial ya realizada en varios artículos de nuestra página: este es el gobierno de los monopolios, que se han apoderado del Estado y hacen y deshacen a su antojo. Por lo que resulta inútil intentar separarse o plantearlo como dos cosas “distintas”. El mismo gobierno que subsidia a las grandes empresas, les da créditos, los exime de impuestos y favorece todos y cada uno de sus negocios, es el que dice que el problema de la inflación es de los empresarios y no de ellos ¿Un poco raro, no?, por no decir impresentable.
No conforme con sus afirmaciones tratando de que el virus no los toque –tarde ministro, muy tarde- confirma a renglón seguido que evidentemente no vive en la Argentina cuando dice que «se generaron las condiciones para un consumo interno espectacular”. Ahora sí, todo se entiende mejor… siga consumiendo espectacularmente, estimado lector, y si a usted todavía no le tocó vaya a tocarle la puerta al señor ministro que seguro le dará la receta de cómo hacer.
Randazzo le lava las manos a los políticos burgueses cuando sostiene que «es falso responsabilizar por el aumento de precios al Gobierno», posición verdaderamente increíble que no podría ser sostenida ni en un aula frente a chicos de cuarto grado.
Nos preguntamos: ¿para qué está el gobierno?, acaso ¿hasta hace apenas dos o tres días el eje del discurso no era el control de precios y todo ese chamuyo?
Evidentemente están para otra cosa, o mejor dicho, como esas mentiras no funcionaron –ya nada funciona, no subestimen al pueblo- se ve que han optado por tratar de tirarle el muerto a los otros. Lamentamos adelantarles que por más que se esfuercen, esto tampoco va a funcionar.
Para colmo, cuando se le pregunta por los salarios y las “paritarias”, sostuvo que «los trabajadores deben seguir recuperando parte de su poder adquisitivo», parte nomás, no vaya a ser que recuperemos todo lo que nos corresponde; es de esperar que el resto quedará para tiempos mejores…
Y como la cosa venía medio en baja, no tuvo mejor idea que destacar “el acuerdo alcanzado en educación, en donde con la política de reconstruir el salario docente, se ha dado un paso adelante».
Le faltó agregar que -a escasos dos días del inicio del año escolar- en Tierra del Fuego los docentes no iniciarán las clases el lunes porque el gobierno les dijo que «no hay plata para el sector»; al menos siete distritos del país continúan sin definiciones en la discusión salarial y no se sabe qué pasará (Chaco, San Luis, Santa Fé, La Rioja, Jujuy, Córdoba y Santa Cruz); en Neuquén tampoco cerraron un acuerdo y el lunes habrá una jornada de protesta con todos los trabajadores estatales de la provincia; al igual que en Chubut, Tucumán y Corrientes en donde las clases comenzarán aunque las negociaciones –que serán a cara de perro como adelantan los trabajadores- continuarán tras el inicio del ciclo lectivo.
En Entre Ríos, los trabajadores consideraron «insuficiene y distorsiva» la propuesta del gobierno, en Santiago del Estero denuncian que «nunca se llamó a paritarias» y que los docentes allí «tienen uno de los salarios más bajos del país», en Salta los docentes autoconvocados se reunirán hoy para decidir si dictarán clases, y en La Pampa se está a la espera de la oferta salarial del gobierno que “se tiene que ajustar a los índices inflacionarios de los últimos meses y todo dependerá de lo que resuelvan las bases».
Evidentemente, señor ministro Randazzo, era preferible que continuara en el anonimato, como hasta ahora.