La provincia del Chaco pagó en pesos una deuda en bonos por U$S 263.000. Las alarmas se encendieron en la Bolsa de Valores, y la totalidad de los bonos (tanto nacionales como provinciales) sufrieron bajas de hasta 5%.
Hay varios aspectos a tener en cuenta. El primero y fundamental es que el gobierno chaqueño, la principal deuda no la tiene con los tenedores de bonos, sino con sus empleados; en un comunicado del Movimiento de Empleados Públicos en Lucha emitido el viernes 5 de octubre, denuncian que miles de trabajadores en las distintas reparticiones estatales cobran salarios de 800, 1000 y 1600 pesos (no volver a leer, las cifras son esas mismas), al tiempo que la precarización laboral aumenta (pase a planta, insalubridad, falta de insumos, pésimas condiciones laborales) y todavía se está luchando por el cumplimiento de las pautas acordadas en marzo de este año. Esta lucha de los empleados públicos lleva meses, incluso superando a las conducciones gremiales corruptas, y sin embargo los medios nacionales informan del Chaco cuando el gobierno de esa provincia incumple “sagradas” deudas en bonos que, por la cantidad, son una ínfima parte del endeudamiento que tomaron esa y la mayoría de las provincias.
Y aquí va la segunda cuestión. El “pánico” hará que los tenedores de bonos de cantidades pequeñas vendan los mismos a un precio inferior a su valor nominal, los que serán comprados por los grandes tenedores de deuda, bancos y empresas, que terminarán cobrando en tiempo y forma, sin quitas y en dólares. Historia repetida de las tantas que se repiten en nuestro país.
No negamos aquí la crisis financiera por la que pasan las provincias argentinas. En Buenos Aires, por ejemplo, se ha cortado el pago a los proveedores de los comedores escolares y en algunos municipios, como La Matanza, se ha cortado el servicio. Lo que sí afirmamos es que la política de los gobiernos nacional y provinciales cortan el hilo por lo más delgado, sin importar si los chicos se quedan sin merienda en las escuelas o si los trabajadores públicos cobran sueldos de miseria.
El endeudamiento funciona como un mecanismo más de concentración y centralización de capitales, en el que la burguesía monopolista se apropia de masa de plusvalía, además de la que se apropia cotidianamente con la explotación de la fuerza de trabajo.
Debemos intensificar la movilización, la unidad por abajo, la autoconvocatoria por fuera de las instituciones de este sistema que da muestras de servir sólo a los intereses de los que nos explotan, para consolidar el movimiento revolucionario en marcha para defender nosotros mismos, la clase obrera y el pueblo, nuestros propios intereses.