Desde este medio, y desde todos los medios de propaganda de nuestro Partido, venimos sosteniendo la caracterización de una profunda debilidad política de la burguesía monopolista en la Argentina.
Y además, sostenemos que la misma se incrementa, fundamentalmente, porque la gran mayoría del pueblo argentino presenta batallas todos los días en pos de sus derechos y su dignidad.
El alza de las luchas del pueblo es permanente. Sin embargo, sólo es posible enterarnos de las mismas si la contundencia se impone a la mentira y al ocultamiento, tal lo ocurrido con la pueblada de Baradero.
Además de Baradero, las últimas semanas han sido de luchas y movilizaciones a lo largo y ancho de nuestro territorio: el levantamiento en Andalgalá; el conflicto docente en varias provincias, como Jujuy, Chaco, San Luis, Tierra del Fuego, Santa Fe, y que se extiende a otros sectores de trabajadores del Estado como la salud y la justicia; la experiencia de Bolívar que se ha reflejado en este sitio; el levantamiento en Tinogasta para frenar el saqueo de las mineras; y los paros en la terminales portuarias de Santa Fe, por donde salen las exportaciones de cereales.
Y miles y miles de enfrentamientos en los que los trabajadores y el pueblo argentino muestran la vitalidad del movimiento de luchas y reclamos.
En definitiva, un camino que se sigue ensanchando y por el cual los sectores populares van realizando la mejor escuela: la de la lucha y el enfrentamiento directos.
Hoy, este 24 de marzo, en medio de tanto discurso oportunista, tenemos la plena convicción de que el mejor recordatorio y el mejor homenaje a la historia reciente de nuestro pueblo se reflejan en estas luchas cotidianas.
Desde allí se está construyendo el proyecto liberador que derrote, definitivamente, al poder burgués que, ayer y hoy, es el responsable de todos los padecimientos del pueblo argentino.