Por estas horas el Gobierno nacional adoptó una serie de resoluciones en vistas de ajustar los controles sobre la población al pago de impuestos, entre ellos el más impune que es el impuesto al trabajo, o como lo llama la burguesía “impuesto” a las ganancias.
Poco se dice de los destinos de esos montos que son verdaderamente fabulosos.
El Estado de los monopolios nos saca de nuestros bolsillos para subsidiar a diferentes empresas públicas y privadas. De acuerdo a las propias fuentes de la burguesía (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública-Asap, de las que siempre hay que desconfiar por lo que suelen esconder), la suma alcanza en los primeros 11 meses $ 76.662 millones. ¡Sí estimado lector!, $76.662 millones, leyó bien. ¡Y esto es lo que reconocen ellos!!!
Nos vinieron con los aumentos tarifarios, y los que ya llegaron, como el transporte y de los otros que irán apareciendo, como la luz, el gas, el agua etc. ¿saben ustedes cuánto recibieron las empresas de transporte en lo que va del año en concepto de “subsidios”? ¡¡¡$21.549,1!!! Millones, es decir un 13% más que 2011.
Casualmente cabe recordar que en Energía, éstos “señores” resolvieron “ayudar” con subsidios por $44.541 millones, que representan un 23,1 % más que el año pasado. Cammesa y Enarsa se lo llevaron casi todo: $20.193 millones
Con una participación muy inferior, las empresas públicas que no son energéticas ni del rubro transporte recibieron hasta noviembre ayudas económicas por $ 8.465,6 millones, lo que representó un aumento del 61,8% en términos interanuales. Si bien en términos absolutos el número es mucho menor que en otros casos, se trató del sector que más creció en materia de subsidios.
El sector industrial mostró un crecimiento interanual del 14,5% (pasó de recibir $ 200,8 millones a $ 230 millones) y los rubros agroalimentario y rural y forestal obtuvieron menos subsidios que el año pasado. En el primer caso, la caída fue del 32,7%, mientras que en el segundo, de 26,7%.
Los impuestos que pagamos van a parar fundamentalmente a las arcas de las empresas, ese mecanismo, cada vez más aceitado en este sistema no tiene vuelta atrás, salvo si desde las grandes mayorías le minamos el terreno con la lucha y la movilización.
Miles de millones de pesos para generalizar cortes de energía en los días que más necesitamos. Apagones fenomenales como en Mendoza, Capital, gran Buenos Aires que aún se mantienen, impunidad de las empresas en concordancia con los ministerios, para aplastar nuestra dignidad.
Además, aumentos de todo tipo como en peajes, naftas y sobre todo en alimentos, los argentinos ya no sabemos si pagamos por los productos, por los impuestos, por los subsidios a las multinacionales ¿o qué? En definitiva esto es un aspecto del Capitalismo Monopolista de Estado. Los monopolios se apoderaron del Estado de todas sus instituciones e intentan ir por más en sus ganancias.
Un gran silencio envuelve a todo el arco político electoralista en este gran tema, nadie absolutamente nadie sale al cruce de toda esta barbarie; tampoco lo esperamos, cabe recordar. Señora presidente, quizás en todo esto que describimos brevemente usted encuentre las verdaderas causas de todas las revueltas que se extienden en país.