Durante las varias jornadas de paro, el gremio viene oficiando de bombero entre las bases docentes y el gobierno provincial.
Hay que considerar que el sindicato AMSAFE -en años anteriores- venía acostumbrado a manejar con cierta cintura los conflictos, y que varias veces se escabulló entre la presión de las bases y los guiños de gobierno de Binner o de Obeid (y así podríamos enumerar una larga lista de gobiernos).
Pero lo cierto es que en este conflicto de 2010, no les quedó otra que encolumnarse detrás de la presión de las bases docentes, aunque no faltaron los intentos de entregar la lucha. Pero ahí fue cuando tropezó con una posible y creciente “desbandada” de los trabajadores que comenzaban a apretar para ir por fuera del gremio.
Con cierta astucia macabra- de la que acostumbran delegados y comisiones- hicieron lo imposible por cerrar negociaciones, ya que intuían que la departamental general -entiéndase las bases- los estaban obligando a otra cosa, y comenzaban con los «planteos raros de la autoconvocatoria». Así las cosas, el gobierno y el sindicato tienen que ceder más y más.
El 8% que ofrecía en primer término el gobierno quedó olvidado, y el 25% que el gremio solicitaba -de manera oportunista- para luego terminar cerrando en un 12 o 15%, era tomado muy en serio por las bases. No por apoyar al gremio, sino porque el aumento al básico del 25% era su demanda legítima.
Como nunca antes, desde abajo, los docentes siguieron el conflicto y presionaron hasta el momento de la asamblea donde saltaron todas las fichas: el gobierno hizo una propuesta que se asemejaba a las intenciones del sindicato, que fue rotundamente rechazada y vuelven con la oferta de 17% ahora y el 5% en julio (todo al básico), más 250 pesos por única vez para compensar enero y febrero. A pesar de que la propuesta arrancada al gobierno ya rozaba con las intenciones de las bases, todo fue muy discutido.
Porque si algo han aprendido los trabajadores de la educación, es que ya no se puede creer ni el gremio, ni en el gobierno, la única garantía es la que les da la lucha.
Como si fuese poco el garrotazo que recibieron, aparecen los trabajadores municipales con su lucha, que trae cola. En este contexto, el conflicto docente y municipal, no tiene fin.
Cuando la burguesía parecía acomodarse rebuscándosela con estos problemas, se vuelve a pudrir todo. Los trabajadores desde las bases, en asamblea, rechazaron la propuesta del 22% (para los docentes) y del 20% (para los municipales). La razón es indiscutible: la inflación ya le pasó por encima a esos aumentos y ni que hablar de que lo paguen en cuotas. La semana que viene siguen los paros, tanto municipal como docente.
La sensación que deja el gobierno provincial, es más que de defensiva, es como que se están preparando para algo más bravo.
Y en verdad lo están adivinando bien, porque se les acerca un torrente de luchas que aunque se lo imaginen, no lo podrán detener.