Hemos escuchado y leído, en este último año y medio, mucho sobre el descubrimiento de un nuevo combustible llamado shale gas y shale oil, que se aloja en las rocas a mucha profundidad, y que vendría a solucionar el paradigma energético en el que está sumido el sistema capitalista de producción. La extracción de shale se produce perforando las rocas donde se aloja el gas a grandes profundidades utilizando sistemas hidráulicos que consisten en mezclas de grandes cantidades de agua, con grandes cantidades de químicos a alta presión para fracturar la piedra y liberar el shale. Estos métodos de extracción contaminan miles de litros de agua produciendo además, con la fractura de estas rocas, temblores y riesgos de terremotos, razón por la cual dicha producción fue erradicada de Europa (salvo Polonia y Rusia).
Desde el punto de vista social, cualquiera puede plantearse cuáles son los problemas inmediatos a resolver desde lo energético. Y es que abocado a ello se encuentran miles de compatriotas luchando todos los días convocados desde un corte de luz en un barrio, hasta la problemática ambiental. El agotamiento de los recursos naturales acompañado de la contaminación acarrean ciertos métodos productivos, tanto en su fase de extracción o producción como en su fase de consumo (el sistema energético basado en el petróleo por ejemplo contamina durante su extracción por el venteo de gas que se sigue realizando, y a su vez el residuo de la combustión de cualquier motor movilizado por hidrocarburos, arroja monóxido y dióxido de carbono a la atmósfera generando el famoso efecto invernadero y provocando el calentamiento global); en otros casos es el peligro de su implementación (como ocurre con la energía atómica). Es decir que la problemática energética vista desde la necesidad social no consiste en encontrar medios de generación de energía no convencionales, sino medios renovables y sanos. Observado desde la órbita del sistema capitalista de producción el problema es muy distinto, absolutamente lejano a la necesidad social. Y es que el sistema vive una crisis permanente y estructural. La razón de ser del capital es reproducir la ganancia, acumular capital con el menor costo posible y por ende con el mayor grado de explotación de sus partes integrantes, ya sea la mano de obra o los recursos naturales extraídos. Sus problemas son cómo llevar adelante sus negocios y para ello necesitan energía. Pero no precisan cualquier tipo de energía, pues como lo que priva es el desarrollo del mercado y no el beneficio del hombre, la energía deja de ser un bien de consumo para convertirse en una mercancía más, que como tal debe resultar rentable; rentable desde el punto de vista de la ganancia económica de quien la domine y no desde la necesidad social. Es por ello que nos anuncian exaltados el descubrimiento del shale gas como medio no convencional, puesto que puede suplir al petróleo corriente sin la necesidad de realizar un cambio estructural de fondo en el sistema energético mundial. Significa lisa y llanamente patear el problema para adelante y apretar a fondo el acelerador de los negociados. Por ello la burguesía a nivel mundial presta especial atención al negocio del shale invirtiendo en investigación y exploración, y es por eso que la Argentina es una zona estratégica para la oligarquía financiera al tener grandes reservas de este recurso.
¿Por qué realizarían inversiones en medios sustentables y no contaminantes si ello implicaría reducir un mercado? Su necesidad estratégica es contraria a las necesidades que tenemos como sociedad, y como tal luchan para oprimir y eliminar todo intento de los pueblos de implementar tecnologías que no impliquen una máxima obtención de plusvalía. El problema energético representa sólo una arista más del lastre que significa el sistema capitalista de producción para el desarrollo en todos los planos de la ciencia y la producción.
Es en la medicina donde más fácil se logra observar esta diferencia, donde el grado de desarrollo científico demanda la investigación y aplicación de métodos preventivos y el desarrollo e investigación de curas para determinadas enfermedades curables. Muy por el contrario, el sistema, mediante las industrias farmacéuticas, desarrolla enfermedades para propagar en los pueblos y luego venderles su medicamento; o crean tratamientos costosísimos para algunas enfermedades curables reprimiendo y destruyendo todo intento de investigación que implique el descubrimiento de medicamentos para combatir dichas enfermedades. Otro tanto se observa en el desarrollo de la genética, cada vez más abocado a la generación de granos transgénicos para abaratar costos en la industria agropecuaria a costa de un producto y formas de producción insalubres para los pueblos.
Son esos, algunos de los problemas de la burguesía que, como vemos diariamente, distan mucho de las necesidades y aspiraciones de la sociedad en general y del hombre en particular. Es esa polarización entre las necesidades del sistema productivo y el grado de socialización de la producción el que genera una crisis irreversible y estructural del mismo. Y es ese descubrimiento el que lleva al Estado argentino a expropiar con flores y alardes a YPF del grupo Repsol.
¿Cual es el rol que cumple el Estado en todo esto?
Antes de realizarse la expropiación de YPF la presidenta (ver nota del 07/03/2012 https://prtarg.com.ar/2012/03/07/4632/) se reunió con un grupo de empresas de las cuales no formaba parte Repsol-YPF, las cuales incluía Exxon Mobile, Citi Bank y Banks of America. Luego de un período de reestructuración se dieron a conocer diversas noticias de contratos entre YPF y estas empresas monopólicas que formaron parte de dicha reunión:
1°) YPF cedió el 50% de las ganancias al grupo The Dow Chemical Company, para el desarrollo conjunto del primer yacimiento de shale gas en Vaca Muerta.
2°) En diciembre YPF firmó otro acuerdo con Pan American Energy para la explotación de Vaca Muerta de US$ 3.400 millones a término en 5 años.
3°) Firmó con el grupo local Bridas International para desarrollar áreas con hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta. YPF cedería el 50 por ciento de su participación en las áreas de Bajada de Añelo y Bandurria, las cuales comprenden una extensión de 201 km2 y 462,4 km2.
3°) “YPF firmó un acuerdo con Chevron para perforar más de 1.000 pozos con una inversión total cercana a los 15.000 millones de dólares. Durante una videoconferencia transmitida desde Houston, Estados Unidos, el vicepresidente de Chevron para América Latina y África, Alí Moshiri, descartó por su parte inconvenientes para concretar la inversión ante las demandas contra la firma por parte del gobierno de Ecuador y las eventuales acciones legales de Repsol, la ex titular de YPF. «Nada va a impedir el programa», enfatizó Moshiri en la videoconferencia. “
“Según informaron los directivos de ambas compañías, el entendimiento se alcanzó bajo un acuerdo del tipo «farm-in», por el cual YPF tiene la posibilidad de aportar la concesión sobre el área y compartir con Chevron los costos de exploración y explotación, además de know how y tecnología.” Cabe destacar que el acuerdo con Chevron es por ahora referente a la exploración de pozos, pero no se especificó todavía cómo se dividirán las ganancias una vez comenzada la extracción y producción del shale.
¡Y todo esto en un lapso menor a 9 meses!
Otros entrecruzamientos empresariales que podemos mencionar es que junto con Dow y Petrobras, YPF es accionista en Compañía Mega y recientemente firmó acuerdos con YPFB (Yacimientos petrolíferos fiscales bolivianos) para avanzar en proyectos conjuntos y realizar transferencia tecnológica para la exploración y desarrollo. El día jueves 11/04/2013 el gobierno nacional declaraba pomposamente que congelaría el precio de la nafta por seis meses, anuncio con vigencia desde el mismo día en que se anunciaba el discurso. Ya el viernes 12/04/2013, YPF anuncia un aumento en el precio de la nafta del 7%, y las empresas ESSO y Petrobras anunciaban aumentos que entrarían en vigencia a partir del lunes y martes siguientes. Resulta que el congelamiento del precio de la nafta era con referencia al precio máximo fijado en aquel momento, que era el de la Shell, es decir que la medida económica anunciada por el gobierno fue lisa y llanamente una medida para elevar el precio de la nafta y estandarizar el de dichas empresas con respecto al precio máximo de mercado que en este caso era el de Shell. Con esto queda en evidencia el nivel de transnacionalización del capital, que escapa cualquier esfera de lo nacional por más bandería política que se quiera implementar. YPF tiene empresas en común con Petrobras y Dow, trabaja a la par de YPFB para desarrollar tecnología que mas adelante le será concesionada a otras empresas como Dow y “otros” capitales como la Pan American Energy o Chevron. En resumidas cuentas, el nivel de entrecruzamiento, las redes del capital son tan grandes que ya no se tratan de interés de tal o cual empresa, de tal o cual Estado, sino de capitales concebidos como monopolistas, grandes pulpos que arman y desarman políticas de Estado con el único afán de la extracción de plusvalía y la explotación de los trabajadores. Y es en ese contesto que nos quieren vender la nacionalización de YPF como una política popular, cuando no se trata de otra cosa que de una puja de intereses en el seno de la burguesía.
Antes de concretarse la expropiación de YPF al grupo REPSOL, la oligarquía financiera ya tenía dividida la torta. Por más discurso nacionalista que quieran inventar, la realidad de estos acuerdos resulta innegable. Pero además de la acción directa que significa la “expropiación” de YPF a este grupo, para entregárselo a otros más poderosos, el Estado desarrolla y coloca todas sus instituciones al servicio de dichos intereses. Así, el año pasado se funda el centro de INTI-Petróleo en la provincia de Santa Cruz donde “(…) realizarán investigaciones y desarrollos de tecnología industrial en el área de los hidrocarburos para transferir esos conocimientos al sistema productivo(…)”
Además declaraba Daniel Maurano, director del centro, que “los laboratorios que se van a instalar en Comodoro Rivadavia, van a ser muy importantes para las PyMes y para las operadoras petroleras como YPF, Pan American Energy, Tecpetrol, Capsa, Sipetrol” (destacamos que la Pan American Energy fue la primera en recibir dichas capacitaciones).
Los sucesos demuestran cada vez más palmariamente el carácter de clase del Estado como una superestructura gerenciada por la oligarquía financiera y con todas las herramientas que le pertenecen puestas a su disposición. Vemos cómo las necesidades de la sociedad se aíslan en un polo cada vez más opuesto al de los intereses de la oligarquía financiera apuntando los resortes de la economía, la ciencia y la tecnología hacia el desarrollo de un sistema que eleva la producción de mercancías y la extracción de plusvalía, por encima de las necesidades inmediatas y futuras de la humanidad y en detrimento de ellas.