Una larga lucha llevan adelante los más de 1300 trabajadores del yacimiento minero de oro y plata “Huevos Verdes” (Minera Santa Cruz) localizado a 50 K de Perito Moreno perteneciente a la empresa de origen británico Hochschild Mining
Aislados geográficamente y bloqueados por los medios de comunicación de la burguesía, en febrero pasado, los obreros lanzaron un paro total y bloqueo al yacimiento en protesta por una intoxicación masiva producto de la contaminación del agua y la comida que obligó a internar a casi 100 trabajadores y que exigió al ministerio de trabajo y salud a evacuar a más de 800 obreros, en su mayoría, pertenecientes a otras provincias y países limítrofes.
Denunciando el descontrol, la inseguridad por las cuales se han generado accidentes y muertes, y la contaminación que hacen insostenible el trabajo y la vida en el yacimiento exigieron que el ministerio de trabajo llevara adelante inspecciones en la mina.
Luego de 10 días, sin explicación alguna a los trabajadores sobre origen de las intoxicaciones de parte de la empresa, ni del Estado, ni del Sindicato, la mina retomó las actividades.
El sábado 6 del presente mes los trabajadores autoconvocados, nuevamente pararon y tomaron el yacimiento frente a despidos y las amenazas de “despidos masivos”, reclamando cambio del servicio decadente de comedor, servicio médico acorde con la actividad ya que el actual no cuenta con suficientes médicos ni enfermeros, ni está dotado de ecógrafo, lo que obliga que, frente a cualquier enfermedad o accidente, se produzcan traslados mínimos de 3 horas hasta el centro médico más cercano aumentando los riesgos de vida y de salud.
La firmeza de los trabajadores que “sitiaron” las oficinas de RR.HH. de la empresa, hizo que el ministerio de trabajo intervenga a pedido de la empresa y el sindicato.
Este conflicto suma y profundiza la crisis política de la burguesía. Para la ley de la lucha de las clases, no cuentan aislamientos geográficos, ni silencios mediáticos, ni ocultamientos sistemáticos.
En esta región las masas trabajadoras no cesan de avanzar en la lucha, donde los petroleros jaquearon políticamente el poder que en patético retroceso tuvo que conceder las demandas políticas y devolver el sindicato a los trabajadores quienes permanecen en vigilia frente a las chicanas con que intentan demorar el llamado a elecciones; donde los trabajadores de luz y fuerza conquistaron salarios y mejoras laborales; donde el viernes último los trabajadores de la administración Pública Central, en Río Gallegos, rechazaron el aumento propuesto por el gobierno y se enfrentaron con las fuerzas represivas del Estado de los monopolios; donde los trabajadores de la estiba, guincheros y capataces tomaron el puerto de Caleta Paula en la ciudad del Gorosito; donde son permanentes las movilizaciones por la falta de agua, deficiencias en el servicio de salud, por seguridad, contra el narcotráfico, la contaminación y la vida; donde todas las luchas se suman, como en el resto del país, al guiso de la lucha de clases en una resultante única, que golpea, hace vacilar y retroceder a los dueños del poder.
Esto abre y ensancha, caminos para la unidad política necesaria hacia el cambio de la historia que los trabajadores y el pueblo estamos protagonizando.