No a Monsanto, SÍ a la vida

Así es como se expresó un joven estudiante de la localidad de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, después de conocerse la imputación al ex intendente de la localidad Daniel Arzani y al ex secretario de medio ambiente de la provincia, Luis Boccoentre. Además, hay 13 funcionarios más imputados por autorizar de manera ilegal el uso del suelo de los terrenos dispuestos para que la multinacional Monsanto construyera la planta semillera más grande del mundo. El cuestionado proyecto fue anunciado de la mano del ex gobernador De La Sota, argumentando que sería muy “auspicioso” para el pueblo, con la inversión de 1.400 millones de pesos y la creación de 400 puestos directos de trabajos.

Los rumores de que la empresa se va definitivamente del pueblo son muy fuertes y aunque la misma lo niega, al mismo tiempo abre el paraguas diciendo que hoy en día como están las cosas  una inversión de ese tamaño no tiene sentido desde el punto de vista del negocio, que con las plantas que tienen en operaciones es suficiente.

Los vecinos organizados en la asamblea Malvinas Lucha Por La Vida, con un entusiasmo que renueva las fuerzas para continuar hasta comprobar con sus propios ojos el desmantelamiento de la planta, en su comunicado destacan lo siguiente: “Esto es una demostración más de que el pueblo puede organizarse y de que por más que parezca que está todo listo, cerrado y sellado, se pueden revertir esas decisiones. Si la gente se organiza puede”.

Esto constituye un paso más en la decidida lucha que llevan adelante los vecinos de Malvinas y los distintas organizaciones que -desde hace 4 años- mantienen el bloqueo al predio de Monsanto. Un paso firme que incluso obligó a que la actual intendenta, Silvina González, tenga que salir a hacer  declaraciones como éstas: “La verdad es que la instalación de Monsanto creó un quiebre en la sociedad que fue muy importante. Hoy antes que los  puestos de trabajo prefiero la paz social”.

Sensata declaración que ilustra que, mientras los monopolios caminan por campos minados, los caminos de enfrentamientos y de unidad de las masas se ensanchan.

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