ACINDAR: no hay mentiras, traiciones ni supuestas crisis que nos engañen

La semana corta del último feriado largo del año parecía que era sólo esperar al último minuto del miércoles (para los que no están en 4 Turnos) para arrancar a disfrutar.

Claro que en la planta de Acindar de Villa Constitución ya el martes se estaba gestando un miércoles diferente…

Todo comenzó unos meses antes, cuando la empresa anunciaba que “por el mal año que se vivió” no se iba a pagar el premio anual, que para los trabajadores de las empresas contratistas es en diciembre y para los empleados directos en abril.

Este premio reemplazó hace muchos años una prima de producción (que se pagaba mensualmente) transformándose en un sueldo más (de hecho se lo llama el sueldo 15), aunque no es fijo y está formado por algunas variables, pero ronda siempre en 1 sueldo.

La explicación fría de la empresa fue:  “Nosotros hicimos nuestras proyecciones a principio de año, y con las proyecciones en lo financiero no llegamos a nuestros objetivos, por eso se cae la posibilidad de pagar el bono”. En ningún lugar dicen que perdieron plata, ni hablar de que ningún obrero tiene acceso a los números que ellos manejan…

Pero los compañeros, que tuvieron que soportar suspensiones, que están enfrentando (y frenando) amenazas de flexibilización, de achique de personal, ven que luego “de la crisis” que iba a durar todo el año (pero que duró 2 meses) rápidamente la empresa empieza a recuperar la producción, no están dispuestos a soportar un golpe más a sus bolsillos.

En las empresas contratistas desde unos días antes se empezaron a hacer asambleas para reclamar este pago. Con claridad ven que en este mes (cuando la planta para de producir para hacer reparaciones) es el momento exacto de golpear, además que se acercan las fiestas y este premio es fundamental.

Así empezaron a presionar para que la dirigencia recientemente electa tuviera que salir a convocar a una marcha de empleados de las contratista. La misma salió de acería y llegó a las puertas de RRHH, pasando por los trenes de laminación, donde se realizó una asamblea de alrededor de 500 operarios.

La presión que sentía la burocracia y el miedo a que se les escape de la mano quedó evidenciado cuando desde varios sectores se pidió parar la planta y hacer una asamblea en conjunto (de propios y contratistas).  Ellos frenaron todo con el discurso de que “vamos un paso a la vez” y ni hablar cuando el secretario adjunto y el de organización plantearon “que si era necesario se iban a encadenar” a la portería para conseguir el premio…

Claro de parar la planta, cortar horas extras, asamblea general o cualquier otra medida mejor ni hablar.

Esta marcha terminó con la entrega de un “petitorio” y con trabajadores esperando a la próxima semana, donde arrancan los trabajos para continuar con las medidas.

A las 2 de la tarde continuó el miércoles movido, con los operarios del Taller Central movilizados a la puerta de la fábrica, denunciando un intento de achique de personal que quiere realizar la empresa allí. Los compañeros decidieron visualizar esto, ya que “las gestiones” de la nueva (y la vieja) dirigencia lo tenían tapado.

En la puerta, se realizaron pequeñas asambleas con los compañeros que se acercaban a enterarse de qué pasaba (los cumpas estaban distribuyendo un volante) y empezando a tomar posición con respecto a este tema: otra amenaza de achique de la empresa.

Evidentemente quedó demostrado una vez más que la situación de los trabajadores está muy candente y que no hay mentiras, traiciones ni supuestas crisis que nos engañen.

Y que sóolo la acción directa y la unidad de TODOS LOS TRABAJADORES nos asegura el triunfo.

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