Con una inversión de 90 millones de pesos GM amplía su producción en su planta de Alvear, Santa Fe. Promete 300 nuevos puestos de trabajo (cabe recordar que a fines del 2008 echaron a esa cantidad de obreros y que una parte de ellos que todavía está en planta, la empresa se resiste a que pasen a la producción e insiste con echarlos). Y, como si fuera poco, para fabricar sus 120.000 unidades prometidas para este año diseña una compra de autopartes por valor de 160 millones de dólares todas fabricadas en el país.
Ni corto ni perezoso el gobierno nacional prepara un plan “estratégico” a partir del sector automotriz, promete “garantizar autopartes y proveer al mercado nacional y emprender un camino ambicioso de exportaciones”.
Esto evidentemente beneficia también a otras industrias tales como las que producen materias primas para las autopartistas y las propias automotrices, pinturas, caucho, plásticos, chapa, tornillos, vidrios, telas, entre otras. Asimismo, beneficia indirectamente a las petroleras, destilerías, repuesteras, servicios, etc. Es mucho lo que se pone en movimiento a partir de la industria automotriz. Fácil es imaginar cómo se frotan las manos las empresas monopolistas involucradas en este plan de negocios y las expectativas de todos sus satélites que se mueven alrededor.
Todo esto pretenden hacerlo con el salario bastardeado, con subsidios pagados por todos los argentinos, con una industria autopartista que no da a abasto para los grandes negociados de las automotrices. Para beneficio, además, de los bancos que financian los proyectos, etc. El gobierno se disfraza de nacionalista y, sobre el sudor de la clase obrera ejecuta los mandatos de este sector de la burguesía monopolista.
Con qué facilidad hablan de contratos y proyectos millonarios, y de eso al pueblo argentino ¿Cuánto le toca…?
Mienten y siguen mintiendo. La vida para un trabajador es algo más que un puesto de trabajo.
La funcionaria del gobierno Débora Giorgi esconde la leche y la clase obrera comienza a entender y a asimilar que ha comenzado una etapa de conquistas. Los compromisos de “mercado” adquiridos por estas empresas servirán para apretarlos en donde más les duele, aprovechando la oportunidad para conquistar mejores condiciones de vida y de trabajo.
La lucha por aumentos de salarios, sin techo del 20% como pretenden la CGT y el gobierno, es necesaria y, en estas condiciones, aumentan más las posibilidades de ganarla mediante la lucha y la movilización autoconvocada que son nuestras herramientas.
Datos complementarios.
La inversión se suma al crédito que recibió en 2009 de parte del Gobierno nacional por u$s70 M para el desarrollo del modelo Agile, del que ya abonó casi 40% del total, informó la cartera de Industria.
Rocha destacó que el aumento de la producción permitirá incrementar en $160 millones por año la compra de autopartes locales, en forma adicional al programa de integración ya comprometido por 500 millones para una producción de alrededor de 120.000 vehículos al año.
Durante el encuentro Giorgi dijo que el Gobierno nacional «tiene muy avanzado el proyecto para impulsar -junto a las terminales automotrices- un programa de financiamiento para el desarrollo de la industria nacional de autopartes».
«Esto, junto con las demás herramientas de promoción existentes para el sector, irá configurando una industria local no sólo proveedora de plantas locales sino exportadoras para modelos que esas empresas fabrican en otros países; es decir, autopartistas globales”, aseguró la ministra.
Desarrollo de la cadena de valor
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