Ya no es un secreto para nadie que la burguesía monopólica y su gobierno de turno no tienen corazón. Permanentemente, y en una acción constante, demuestran minuto a minuto que su único objetivo es ver qué medidas toman para sumir cada vez más en la miseria, en base a la explotación, a millones y millones de seres humanos.
Nos llenan de mentiras, nos tratan de embretar en discursos que para nuestra vida cotidiana no tienen ni pies ni cabeza. Los precios de los productos básicos se dispararon a tal punto que se tornan inalcanzables para los bolsillos de los hogares de los trabajadores. Solamente para analizar: las verduras y las carnes superan un alza del 40% en los últimos cuarenta días.
Pero no debemos ir muy lejos en el análisis, ni ser muy inteligentes para descubrir sus objetivos y mentiras. Y aunque suene reiterativo, lo que persiguen es achicar aún más los salarios porque así obtienen más ganancias; máxime en un plan económico donde lo central es producir en pesos y exportar en dólares. Pero ojo, cuando necesitan hablar claro se les termina de caer toda la máscara. El FMI lo está planteando abiertamente: “Recomendamos a España, Grecia y Portugal que hagan grandes sacrificios”, es decir, bajar los salarios. La fuente es el diario Clarín, que se encarga de aclarar que la historia argentina siempre fue así: inflación para bajar salarios, y ponen el ejemplo de que esto ocurrió desde Frondizi hasta el 2005. ¿Y ahora qué? Ocultan de que ahora no es así: al fin, ¡¡¡tan alejados del gobierno K no están!!!
Por otro lado el FMI agrega que en la mayoría de los países de Latinoamérica “hubo un superávit del 8 por ciento promedio”, es decir, les va bárbaro con los negocios.
Este es el marco político que proponen las trasnacionales, los sindicatos y el gobierno. Comienzan con un nuevo circo como por ejemplo que ahora la preocupación del gobierno es la inflación. Los empresarios dicen que no hay márgenes para un acuerdo salarial superior al 15 por ciento, y los sindicatos se plantean un techo del 20 por ciento en el mejor de los casos. ¿Dónde se ha visto que un supuesto representante de los trabajadores fije el techo de los reclamos salariales? En todo caso, un piso, y ese piso debe ser la inflación real y no la inventada por el gobierno, más aun si tomamos en cuenta que año tras año en la relación inflación/salarios siempre nos comen una porción más de la torta.
Pero estos traidores a la clase obrera, ¿por qué hacen eso? Al margen de haber sido siempre vigilantes de la burguesía, la respuesta es muy clara: con las prebendas y las obras sociales que históricamente manejaron los sindicatos que ahora son empresas, los popes sindicales hicieron su agosto, acumularon un capital importante y ahora también son accionistas de las empresas transnacionales, dueños de empresas terciarizadas, empresarios. Por eso actúan más como patrones que otra cosa.
Por ello, cuando planteamos la lucha salarial por fuera de los sindicatos fijando los trabajadores los montos de los reclamos, las formas de lucha y el terreno en dónde se va a dar esta, estamos convencidos de que este el único camino serio que nos dará un poder suficiente para que tengamos una lucha exitosa al tiempo que nos dará más fuerza para tomar impulso. Necesitamos de la unidad de todos los trabajadores y organización autoconvocada, y encontraremos la independencia de toda institucionalidad burguesa que nos permitirá entrar en una ofensiva que los monopolios no podrán detener pues las condiciones nos serán favorables y la iniciativa la pondrán la clase obrera y el pueblo, siendo la crisis política de la burguesía su lado más débil, lo que los hace vulnerables y nada nos podrá detener.