Los monopolios y el gobierno se reúnen para «evitar una lacerante puja de ingresos»…

Como ya señalamos el día viernes, a mediados de la semana que se inicia, fiel a sus acciones políticas y a su devoción por los monopolios, el gobierno nacional convoca a una reunión en la quinta de Olivos encabezada por la presidenta Cristina K y todo su gabinete, a la que están “invitados” los principales representantes de las corporaciones monopólicas radicadas en el país.

Comprometieron su participación entre otros, Techint, Arcor, Repsol, AA200, y ADEBA. Y como no podía ser de otra manera, también está “anotado” en primera fila Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, que se ha convertido por estos días en el “vocero” de los monopolios y de las políticas que tiene que aplicar el gobierno, marcando la cancha de los pasos a dar. Si esto no es el Capitalismo Monopolista de Estado ¿qué es?

«Voy con expectativas de dialogar de cosas importantes sobre la Argentina, como el problema de la inflación, el no tener desbordes salariales, y todos los problemas que hoy tiene el país», adelantó Rattazzi por si a alguien le quedaba alguna duda.

Además, según trascendió, la UIA entregó en privado un «paper no oficial” a la Casa Rosada, en el cual se insiste en la necesidad “de un plan antiinflacionario que trabaje sobre las expectativas y que evite una lacerante puja de ingresos”.

Entre líneas podría leerse que:

  • Trabajar sobre las expectativas es decirnos que ni soñemos con aspirar a una vida digna.
  • Evitar una lacerante puja de ingresos es decirnos que “plata no hay” y que aguantemos como podamos la brutal escalada de precios.

A la luz de la reunión convocada, desde el Gobierno dicen que en el encuentro buscarán garantizar el apoyo de los empresarios al uso de reservas del Banco Central. Lo que no dicen es que debido a la descomunal crisis política de la burguesía, se complica la aprobación formal en el Congreso del tan conversado Fondo del Bicentenario, tema que ya hemos desarrollado puntualmente en nuestra página.

Frente a la “catarsis” que los medios nacionales preanuncian harán los monopolios frente al aumento de la inflación –como si ellos no tuvieran nada que ver con esto-, el gobierno (como si tampoco tuviera nada que ver con los monopolios) les tiene preparado un inmejorable atractivo: nuevas líneas de financiamiento para “estimular la producción” y “ampliar así la oferta, ante el actual contexto inflacionario”.

En criollo: mientras los trabajadores y el pueblo vemos día a día cómo se desgranan nuestros salarios, cómo cada vez podemos comprar menos, cómo nos van privando cada vez de más y más cosas, en una mesa se decide que “la solución” es darles más subsidios y dividendos a las empresas, a los mismos responsables de la situación que padecemos y que dicen pretender combatir. Es como llevarle las ovejas hasta la puerta de la casa del lobo, o mejor dicho, cenar y dormir con el lobo… Para completarla, nos dicen que “este es el único camino posible contra el alza de precios”…

Por supuesto que todo esto vendrá acompañado de decisiones políticas para evitar “los desbordes salariales” que tanto preocupan a Rattazzi y sus amigos. Planchar los salarios, ponerles el techo que sea, es la principal pata de este gran festín monopolista.

¡Qué buenas personas! Son tan patriotas que quieren pagar sueldos más bajos.

No sea mal pensado, estimado lector, esto expresa la preocupación de los monopolios por el prójimo, y por eso nos dicen que los aumentos salariales son inflacionarios… ¡Si hasta casi dan ganas de prestarles unos pesos!

Hablando en serio como la situación merece, indigna escuchar o leer esta sarta de barbaridades, como si los argentinos fuéramos niños inocentes que detrás de un chupetín vamos a cualquier lado.

Como lo venimos sosteniendo, frente a todas estas tramoyas y nuevos intentos de vendernos gato por liebre, los trabajadores junto a nuestras familias, a nuestros vecinos, a cada hombre y mujer del pueblo, debemos dar un paso adelante, con decisión y firmeza, desde la masividad de la lucha y la fortaleza colectiva que nos da la convicción de que podemos conquistar una vida digna, y que eso está sólo en nuestras manos.

Rompamos desde cada lugar de trabajo el techo salarial que pretendan imponernos, hagamos pesar nuestra fuerza. Podemos torcerles el brazo y avanzar en nuestros derechos y conquistas.

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