Lucha salarial: quieren curarse en salud

Las declaraciones se suceden una tras otra, con el aparente trasfondo de una discusión entre contrincantes. Esto es lo que pasa: Empresarios y sindicalistas, cuando no el gobierno (como ayer lo dijimos), simulan altisonantes discusiones sobre las paritarias que se vienen. Unos y otros lo único que afirman es que no habrá “desbordes “en la discusión salarial. Hoy mismo leemos declaraciones del titular de la CGT que advierte: “Si quieren salarios razonables, primero tiene que haber precios razonables”… «No se puede pretender instalar que los gremios van a pedir un salario desorbitante… «Eso no es lo que se ha hecho en los últimos seis años». Desfachatada sinceridad la de Moyano. Los últimos años, los trabajadores hemos visto como se veía reducido nuestro poder adquisitivo, con aumentos de precios que siempre están por encima de los salarios.

¿Por qué tanta alharaca? Según cifras oficiales, más de 1.600.000 trabajadores realizaron paros el año pasado; el 70% de esos conflictos fueron en reclamo por aumentos de salarios. Esto lo saben Moyano, el gobierno y los empresarios y por eso arman estas discusiones para la tribuna; intentan tapar el sol con declaraciones, concientes que la lucha este año será más álgida que el año anterior. Intentan poner paños fríos a los caldeados ánimos de las familias trabajadoras, que ya sufrimos los aumentos de precios todos estos meses; y cuando ya importantes sectores del proletariado comienzan a plantear reclamos del 40% o más, sin importar lo que los de arriba quieran imponer como techo.

En definitiva, tantas previsiones sólo desnudan la impotencia por frenar lo irrefrenable y por mantener la discusión salarial en el redil del sindicalismo traidor, mientras se acrecientan las luchas autoconvocadas dentro de las empresas. Es una muestra de debilidad política.

Desde los lugares de trabajo las aspiraciones del proletariado traen reclamos y luchas que se han ido macerando durante años; la disposición a la lucha seguirá en alza, y está se verá reforzada por la organización autoconvocada que se va imponiendo cada día un poco, por sobre las vetustas estructuras sindicales que ya no representan nada para los trabajadores, más que traición. Este es el camino que se va a seguir ensanchando durante este año, y eso es lo que les preocupa verdaderamente.

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