Presionados por el mal humor que se vive en los centros industriales y la protesta reinante de los trabajadores, la CGT entreguista está promoviendo hoy que se eleve el monto para la aplicación del impuesto a las ganancias al salario.
El estado de ánimo que se vive en cada fábrica tiene sus fundamentos –entre otros- cuando el trabajador ve cómo se le va de las manos parte del salario en pos de este infame impuesto; que se les termina aplicando producto de la gran cantidad de horas extras necesarias para conformar un salario de bolsillo que satisfaga las necesidades básicas de la vida cotidiana de una familia. Es una trampa, una encerrona que nos plantean y que no podemos aceptar.
Con el anuncio cegetista, la burguesía pretende tratar de apaciguar las aguas y resolver el problema de producción que tienen hoy las empresas, frente a la negativa por parte de los trabajadores de hacer horas extras para no ser alcanzados por el impuesto aplicado al salario (promovido por Cavallo en la época de oro del liberalismo).
Desde la lucha llevada adelante en el año 2006 por los petroleros, que conquistaron una importante suba del piso para la aplicación del impuesto, ha quedado demostrado en la práctica que no pasará mucho tiempo en que nuevamente la inflación se coma la diferencia, para que nuevamente nos alcance la aplicación del expropiador gravamen.
El camino que queda es la organización y la lucha para la derogación definitiva de este impuesto medieval en épocas del imperialismo y la derogación de todos los impuestos al salario.
Nota: Recomendamos leer el Folleto El salario no es ganancia, también accesible en formato PDF en la página de inicio de nuestro sitio web.