(Desde Santiago del Estero)
Las condiciones de trabajo y los salarios que percibimos los trabajadores son indignantes. Estamos cobrando $ 8.25 la hora los compañeros de menor categoría y $ 10.07 los de categorías más altas.
¡¡Hay que ver la cara de los compañeros cuando cobran la quincena, después de tantas horas y horas metidas, de tanto sacrificio!! Esos 800 o 900 pesos que nos pagan, son migajas al lado de tanta riqueza que producimos.
Es indignante además, que lo que producimos (sábanas y toallas de primera calidad) ni siquiera nos dejan comprarlas en la planta, y nos dicen que las vayamos a comprar a los súper al precio de mercado…
Porque lo que les conviene a ellos es exportar la producción a precio dólar, pagándonos miserias en pesos. Por eso, la patronal se niega permanentemente a sentarse a dialogar a pesar de los salarios de hambre que percibimos y se niega a darnos cualquier tipo de incentivo.
El gremio, a través de su secretario general, hace de policía mercenario de la empresa, con delegados sometidos, débiles o comprados por esos mismos intereses.
Y como no podía ser de otra manera, en vez de defendernos, persiguen a los compañeros, política e ideológicamente, exponiéndonos a la peor de las explotaciones, a nosotros, “sus colaboradores” como nos llaman ellos a nosotros.
Mienten todo el día y distorsionan totalmente la forma y el trato al personal, que en muchos casos termina sufriendo daños tanto físicos como psicológicos.
Su frase preferida los muestra tal cual son: “ustedes son números, y afuera no hay nada”.
La presión del trabajo cotidiana es tremenda. En Hilandería, por ejemplo, los “pedidos exigidos por producción” llegan al 90% de la capacidad, igual que en Tejeduría; en Urdidora estamos en seis rollos por turno, y en Engomadora lo llevaron a seis cadenas.
En el sector de Exportación se trabaja en condiciones infrahumanas, al rayo del sol. Hay que considerar que en Santiago del Estero las temperaturas llegan a los 50° y la sensación térmica es de 60°, en ese ambiente, los compañeros no paran ni un segundo de trabajar…
Los trabajadores de Materia Prima también están expuestos a estas condiciones, trabajando en el exterior al rayo del sol; ya que tienen que descargar todos los camiones que van llegando a la planta. En este punto clave para el funcionamiento de la planta, nos exigen muchas veces trabajar desde las seis de la mañana hasta las once de la noche (17 horas seguidas), obligándonos a entrar de nuevo a las seis de la mañana al día siguiente.
En el sector Parque, los compañeros trabajan en el medio del monte con todos los riesgos que este trabajo implica. Todo tipo de alimañas, víboras, alacranes, escorpiones, etc. al acecho de cada compañero. Y todo esto porque no se utilizan los métodos que corresponde (con tractores por ejemplo), sino que trabajamos a pie utilizando bordeadoras. Claro, con los salarios de hambre que nos pagan les sale más barato pagarnos a nosotros que comprar esas maquinarias…
En toda la planta, la patronal con la complicidad del sindicato, han impuesto los turnos rotativos. Se trabaja los sábados a la mañana, la tarde y a la noche, y los domingos de mañana, de tarde y de noche, todas horas que nos pagan como horas comunes a $ 8.25.
Hacia el interior de la Planta, las temperaturas en las salas de Hilandería y Tejeduría son insoportables. Sólo se prenden los equipos de acondicionamiento de aire cuando los sensores de alguna de las máquinas marcan un recalentamiento. Cabe aclarar que esto ocurre a los 60°. Es decir, lo único que le importa a la empresa son las máquinas, no los trabajadores, el ser humano.
La seguridad interna de la empresa se cree una organización militar, es totalmente despreciable y funcional a la gerencia, inclusive haciendo la vista gorda frente a los robos que ellos mismos hacen, porque están a cargo de todo lo que entra y sale de la empresa.
Por eso no nos sorprende que nos amenacen siempre con los despidos arbitrarios, acusándonos de tener “ideología política”, en realidad, por no estar de acuerdo con su tiranía.
La presidenta Cristina Kirchner llegará a esta fábrica de Santiago del Estero el próximo 24 de Julio, con motivos de los festejos del Gobierno por el Bicentenario.
Viene a inaugurar la ampliación de la Planta en el sector Teñido, que tiene un costo de 125 millones de pesos. Cabe aclarar que la provincia –con plata de todo el pueblo- se ha hecho cargo de un tercio de esa “inversión” de forma “no remunerativa”, con los argumentos que le da la ley de promoción industrial.
Todo muy lindo, mucho festejo, pero para el salario del obrero nada.
Los trabajadores de COTEMINAS necesitamos que se sepa nuestra verdad, que el país sepa lo que estamos viviendo.
La presidenta ya vino dos veces acá, nos elogia y nos pone como ejemplo de la provincia y del país, pero nunca “se acuerda” de los 8,25 que ganamos por hora.
A ver si ella compra carne, azúcar o leche con ese salario.