Conversando con enfermeros de los hospitales de la provincia de Neuquen, llegábamos a las siguientes conclusiones.
El estado, no esta ausente, como se dice por ahí, porque es el Estado de los monopolios, que tiene un plan para la salud que es desmantelar la salud pública y privatizar todo lo que se pueda.
En el Hospital Héller, se ha privatizado la cocina, el lavado y el servicio de mucamas, con el consiguiente deterioro de las condiciones de trabajo y los salarios de estos trabajadores, más la división que se genera con el resto del personal del hospital.
Las derivaciones son otra forma de la privatización, así como los estudios de alta complejidad porque los equipos que se rompen no se reparan.
Que no hay insumos básicos, ni falta hace que comentemos,
La situación de los enfermeros y médicos, está acorde a las calamidades que vemos en cualquier otro trabajador. Los salarios se componen de un básico de 1200 pesos para una antigüedad de diez años, el salario de bolsillo puede trepar hasta los 4000 pesos con los adicionales; es decir con las guardias, turnos continuos, etc. Pero es generalizado el comentario que así no se puede seguir: no hay descanso, no hay familia, no hay vida social, y la jubilación será sobre la base del básico. Es decir, nada.
Otro tema. El seguro no cubre las lesiones en la espalda a los enfermeros (en columna,), entonces ¿cómo atienden a enfermos postrados con escaso personal?
Podríamos extendernos más, pero para tener una idea del abandono de la salud pública por parte de la burguesía, basta decir que, en todos los hospitales de la provincia de Neuquén solo hay siete camas de terapia intensiva y una sola de aislamiento.
Si alguno cree que se gasta poco dinero con todos estos recortes, esta muy equivocado, porque las derivaciones y los negociados con los empresarios (médicos) de las clínicas privadas, es millonario.
La salud no es un servicio como plantea la burguesía, la salud es un derecho de todo el pueblo.