Un obrero puede trabajar en turnos de 8, 9, o 12 horas o en algunos casos más, con una gran variedad de turnos y esquemas de rotación de horarios que impiden al trabajador tener una vida con descanso y esparcimiento. Esto es igual a lo largo y ancho del país en todo enclave monopólico en que la clase obrera es explotada, pero, en el Parque Industrial de Pilar, todo trabajador sabe que sus sufrimientos cotidianos no empiezan al momento de fichar en la entrada de la fábrica, sino mucho antes, cuando emprende la titánica tarea de viajar hacia el Parque. Corridas, empujones y colectivos repletos son las estampas del comienzo de cada día.
Nada más que tres líneas de colectivos son las que ingresan al Parque Industrial Pilar y se encuentran colapsadas. Las empresas monopólicas continúan agrandando las plantas y cada vez más gente trabaja, pero el transporte es insuficiente. Basta observar la llegada de un tren en la estación Pilar para hacerse una idea del problema: los compañeros “saltan” de los vagones en movimiento y corre por el andén para alcanzar los colectivos 350 y 510 que salen de allí. Perderlo implica la posibilidad de llegar tarde al trabajo dado que los accesos al Parque también se encuentran abarrotados. Las entradas asfaltadas son dos: la entrada “vieja” y Petrel, ambas de dos carriles (ida y vuelta), con infinitos baches la primera y lomos de burro la segunda. El tránsito se hace por momentos a paso de hombre y las atmósferas se vuelven irrespirables dentro de los colectivos. Así todos los días.
Y para peor, la entrada “vieja” es por dónde ingresa y sale todo el tránsito pesado.
La última reparación del asfalto duró un suspiro y hoy día da la impresión de haber sido bombardeada. ¿Arreglarla otra vez? “No, eso le corresponde al Estado” dice el Consorcio del Parque, “está a pocos metros de la ruta”. “Que se haga cargo el Consorcio” dice el Municipio, “por algo cobran expensas”. Mientras tanto, el pueblo es el que sufre. Puede tardarse 20’ en recorrer 1 km. si toca un mal día en hora pico.
Recientemente las autoridades han planteado una solución que sería construir una estación de tren del Parque Industrial utilizando las viejas vías que conectan con el ramal del Ferrocarril a Villa Rosa y que alcanzan el predio del Parque en las inmediaciones de la empresa de logística Pilar Cargo.
¿Se preocupan por el bienestar de la gente? Nada de eso. Tan sólo que las demoras que sufre la gran masa trabajadora que ingresa cada día al Parque Industrial afectan los cambios de turno ocasionando paros y dificultades que impactan en la producción, único interés que esta gente tiene.
Para ellos, que el obrero llegue tarde a su puesto de explotación se termina convirtiendo en un problema que deben resolver. La idea de un tren de acceso ya se encontraba proyectada hace unos años, pero era sólo de carga y hacia el puerto de Campana, mostrando una vez más que para los monopolios es más importante que viajen rápidas y cómodas las mercaderías antes que el ser humano.