No es nuevo que cuando las masas se organizan y ganan las calles para luchar, la burguesía aterrada empiece a agitar el tema de la “inseguridad” con el vil intento de sembrar el miedo entre la gente, que cada uno vuelva a su casa a recluirse y que dejemos de ser pueblo para ser individuos aislados cada uno peleando por lo suyo bajo la ley de la selva. En Villa Astolfi, importante localidad del partido del Pilar con una población mayoritariamente obrera, tenemos un claro ejemplo de esto.
Los pobladores vienen hace años reclamando al municipio que asfalte las calles del barrio pues cada lluvia torrencial las deja intransitables, complicando el acceso a la estación, escuela, centro de salud, comercios, etc. Las autoridades nunca se hicieron cargo; a lo sumo, una promesa de entregar baldosones para que cada vecino se hiciera una vereda, baldosones que jamás aparecieron. Ni una respuesta, hasta este año en que el evidente clima de agitación y reclamo que vive nuestra patria y la clase obrera de Pilar hizo eco en Astolfi y las reuniones de vecinos que tímidamente empezaron a realizarse en cada casa, esquina, comercio, desembocaron en una multitudinaria movilización de todo el barrio en la plaza local en la cual se intimó al intendente a resolver el problema en los siguientes 30 días, de lo contrario se cortaría la ruta 25.
Es en este momento en que las autoridades empiezan a jugar sus fichas tratando de desvirtuar y desinflar la movilización. Así empezaron a caer “paracaidistas” en las reuniones diciendo que lo que se estaba haciendo estaba muy bueno pero que había que atender otras cosas que eran más urgentes y planteando otros objetivos en claro intento de llevar la movilización del barrio hacia callejones sin salida. Esto no funcionó gracias a la atenta y lúcida actitud de los vecinos que no se dejaron engañar por estos “agentes” de la desmovilización y la confusión.
La burguesía debía intentar con otra cosa y echó mano al eterno recurso de la “inseguridad”. De pronto, todos los afiches del barrio que convocaban a reuniones para tratar el problema del asfalto empezaron a ser reemplazados por otros que planteaban como tema de discusión la inseguridad en el barrio. Astolfi se caracteriza por ser un barrio con dos entradas al margen de las rutas importantes y en donde todos se conocen. Lo que se dice un lugar tranquilo, donde el único hecho delictivo ocurrido en los últimos tiempos fue un intento de asalto a un ciber que fue repelido por la propia gente que se encontraba en el recinto en ese momento. Por lo tanto, aquello de la “inseguridad” suena raro y huele a intento de engaño por parte de las autoridades del distrito.
Población autoconvocada que se organiza y pelea por sus derechos y encima no necesita de la policía para reducir a los delincuentes… La burguesía y su gobierno tienen mucho que temer al pueblo de Villa Astolfi.